Creemos que los fondos de gestión activa pueden ayudar a alcanzar esos objetivos. En el actual contexto de elevada volatilidad en el mercado, es necesario que la asignación de activos y riesgos en las carteras esté basada en decisiones fundadas y prudentes. Aconsejamos a los inversores que recurran a asesores financieros para determinar la asignación de activos y riesgos adecuada para cada uno de ellos»”.
En otra encuesta posterior y más exhaustiva, quedó claro que “los vehículos de inversión más populares son los fondos de renta variable, y más de la mitad de los encuestados (el 52%) prefiere recomendar fondos de gestión activa a otros instrumentos, como la inversión directa en acciones o los ETF. Sólo el 4% de los intermediarios encuestados prefieren recomendar ETF a sus clientes”.
Otra de las conclusiones de esta encuesta es que los intermediarios afirman que la predisposición de los inversores por el riesgo no se corresponde con sus expectativas de rentabilidad. En concreto, los participantes en afirmaban que “los errores más frecuentes de los inversores son mostrar demasiada aversión al riesgo y tener un planteamiento excesivamente cortoplacista, y el 86% declaró que algunos de sus clientes tenían unas expectativas de rentabilidad poco realistas”.
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