Tras el comienzo de noviembre ¿Se están tomando los inversores un descanso merecido o es más miedo lo que vemos en los mercados financieros?
A ver, yo creo que es un descanso merecido. Como comentaba la semana anterior con vosotros, si miramos el mercado americano desde los mínimos del mes de abril, habrá subido más de un 30%. Una rentabilidad del 30% en seis meses es mucho. Creo que muchos inversores todavía no asumen que esa rentabilidad es realmente extraordinaria; se sale del mapa. Hay pocos momentos en la historia en los que el mercado americano haya subido un 30% prácticamente sin parar en seis meses. Por tanto, esperar una pequeña pausa me parece necesario.
Sigo siendo optimista, al menos de cara al primer trimestre del año que viene, pero es verdad que el mercado necesita ese descanso. También lo estamos viendo en la presentación de resultados: para las empresas americanas, especialmente las grandes, la temporada de resultados está siendo realmente buena, pero el mercado no lo recoge. Eso significa que, aparte de las dudas sobre las tensiones monetarias dentro del sistema financiero en Estados Unidos —que existen, en parte por el parón del gobierno americano, que influye en la falta de liquidez para los mercados—, el mercado necesita resolver esas incertidumbres antes de retomar las subidas.
Aun así, espero que una vez despejadas esas dudas el mercado vuelva a tirar. Si miramos las valoraciones, no diría que son muy exigentes; creemos que tanto en el mercado americano como en el europeo las valoraciones son relativamente justas. El mercado europeo incluso está, para nosotros, ligeramente infraponderado, mientras que el americano cotiza en su justo nivel.
Lo que hemos hecho, teniendo en cuenta los buenos resultados de las grandes compañías americanas, es revisar al alza muchos de los fair values o precios objetivo. Por ejemplo, en el mes de octubre hemos subido el fair value de Nvidia de 190 a 225 dólares; el de Apple, de 210 a 240 dólares; el de Amazon, de 245 a 260 dólares; y el de Alphabet, donde la revalorización es muy importante, de 237 a 340 dólares. Si miramos una empresa europea, como ASML, la mayor por capitalización bursátil, también hemos revisado su fair value al alza, de 820 a 850 euros.
En resumen, los resultados son buenos, nos gustan, pero el mercado necesita un descanso para digerir el fuerte rally de los últimos seis meses.
¿Está la tecnología en peligro bursátil ante la retracción de los inversores por la megatendencia de la IA?
La gran duda ahora es si estas grandes tecnológicas americanas podrán recuperar todas las inversiones que están realizando para implementar la inteligencia artificial. Hay inversores que piensan que no. Nosotros, como sabéis, hemos aumentado el fair value de muchas de estas compañías, por lo que pensamos que sí podrán repercutir esos costes en mayores beneficios. Sin embargo, existen dudas sobre el sector tecnológico, porque las relaciones entre las propias compañías y la IA son muy estrechas, y hay incertidumbre sobre si esas grandes inversiones acabarán generando beneficios adicionales.
Aun así, desde nuestro punto de vista, el sector tecnológico no está caro. No es un sector exageradamente sobrevalorado, ya que las grandes tecnológicas han seguido obteniendo buenos resultados en sus presentaciones recientes. Eso sí, las valoraciones están algo justas, especialmente tras haber elevado los precios objetivo.
No creo que haya grandes motivos para hacer cambios significativos en las carteras. Yo, al menos, vigilaría determinados niveles tanto en el S&P 500 como en el Nasdaq.
En el caso del Nasdaq, vigilaría el nivel de los 22.000 puntos. Para el S&P 500, el nivel clave estaría en torno a los 6.500-6.600 puntos. Si esos niveles se rompen de forma contundente, entonces habría que mirar niveles más bajos: los 20.000 puntos para el Nasdaq y los 6.200 puntos para el S&P 500, que son los máximos de principios de año.
A tu juicio y ya de cara a dejar las carteras preparadas para afrontar 2026 tras este gran año de rentabilidades ¿Qué debemos hacer en este momento de mercado?
Mientras no se rompan esos niveles, no creo que haya que hacer grandes cambios en las carteras. Sigo siendo positivo al menos de cara al primer trimestre de 2026. Después, probablemente, vendrán correcciones, porque además de vigilar los niveles técnicos, hay que estar atentos a los datos de empleo, que, en mi opinión, se van a ir deteriorando poco a poco.
Ya hemos visto una ronda de despidos y congelaciones de contratación en grandes compañías tanto americanas como europeas. La semana pasada comentábamos cómo varias grandes empresas estadounidenses iban a reducir parte de su plantilla. Lo mismo ocurre en Europa: Nestlé también ha anunciado despidos importantes y, si no me equivoco, Volkswagen va a recortar empleo en Alemania por primera vez en su historia.
Hay sectores en una situación realmente complicada, y todo esto, a nivel global, provocará un deterioro del empleo. Si el empleo se resiente, la economía americana también se resentirá.
Lo que veo positivo en los próximos meses es que, de momento, sigue habiendo liquidez. Antes hablábamos de los bancos centrales, pero para mí lo más importante es la liquidez que fluye directamente hacia la bolsa, y eso se mide a través de los flujos de los ETFs de renta variable americana.
De momento, los flujos no paran, así que sigue habiendo gasolina para la bolsa, aunque el mercado se tome un pequeño respiro. He hecho un pequeño cálculo y los ETFs de renta variable americana habrían recibido unos 60.000 millones de dólares netos en flujos, una cifra muy buena. Por encima de 50.000 millones ya hablamos de flujos realmente importantes.
En definitiva, hay gasolina para la bolsa, el dinero sigue llegando, y aunque el mercado se muestre más tranquilo, no hay miedo por el momento.