La consultora IDC afirmaba hace unos días que las ventas de ordenadores han caído un 8% a nivel global, aunque no ha afectado a todos los fabricantes por igual.
En total, ha obtenido un beneficio de 2.950 millones de dólares, apenas un 0,6% menos que hace un año.
Las ventas se han situado en 13.500 millones de dólares, justo lo que había previsto la compañía. Se trata de una cifra prácticamente idéntica a la que consiguió 12 meses antes.
Los ingresos de la unidad de PC’s han caído un 3,5% frente a la de la unidad de datos, que han subido más de un 12%.
Para lo que queda de año, la empresa ha planeado reducir la inversión en capital, lo que podría mejorar su rentabilidad. De hecho, el margen bruto en este trimestre ha subido hasta el 62,4% de su beneficio, lo que está por encima de las estimaciones iniciales de la propia compañía.
Para el cuarto trimestre, la empresa ha dado unas estimaciones por debajo de las previsiones de algunos expertos. Esperan que los ingresos ronden los 13.700 millones de dólares (con una oscilación de 500 millones de dólares).
Un punto que esperaban algunos analistas, que consideraban que si los ingresos de la compañía de este trimestre estaban en línea con las previsiones, en el cuarto trimestre del año deberían crecer alrededor de un 6,5%, un porcentaje que no logra en los dos últimos años.
Los expertos consideran que aunque las ventas sigan creciendo, la tendencia de los precios es a la baja, con lo que en los próximos meses tampoco veremos muchos cambios.
El futuro para Intel vendrá de su capacidad de fabricar procesadores para dispositivos móviles. De hecho, ya ha puesto algún modelo en el mercado orientado para los dispositivos Android. En total, la empresa afirma que en agosto han puesto en el mercado 40 productos nuevos.