Javier Molina, analista independiente en criptoactivos y Oriol Blanch, Affiliated Marketing Bitvavo España, revelan un cambio profundo en las dinámicas que impulsan el precio de Bitcoin.

Mientras que en ciclos anteriores el inversor retail tenía un papel protagonista, hoy el movimiento está dominado por inversores institucionales, ETFs, banca privada, family offices y grandes empresas que incorporan Bitcoin en sus balances. Las stablecoins también están ganando peso, con bancos tradicionales como Santander en España o Société Générale en Francia explorando su uso, mientras en Europa la regulación MiCA comienza a generar un marco para su desarrollo.

Según Oriol Blanch de Bitvavo, el retail está “dormido” pese a que Bitcoin marca máximos históricos. Su interés sigue más centrado en las altcoins, consideradas más dinámicas o “divertidas” que Bitcoin. Hasta que Ethereum no rompa máximos y empiece a superar a Bitcoin en rendimiento, es improbable que el retail vuelva con fuerza. Por tanto, todavía quedaría recorrido alcista en el actual ciclo de mercado.

Además, el contexto macroeconómico favorece el riesgo: la expansión de liquidez global, la debilidad del dólar y posibles recortes de tipos en otoño podrían inyectar aún más dinero en activos como el oro, las bolsas y Bitcoin. Históricamente, los meses de verano son más flojos, pero se espera un repunte de interés hacia septiembre.

Desde el lado institucional, los flujos previstos son enormes: según Bitwise, podrían entrar entre 2 y 4 millones de bitcoins vía ETFs y otras vías institucionales, equivalentes a unos 420.000 millones de dólares. Empresas públicas (más de 100 ya) están acumulando Bitcoin como activo estratégico, siguiendo la estela de MicroStrategy, aunque se alerta sobre el riesgo de apalancamiento excesivo en algunas compañías. Una corrección brusca podría afectar a estas empresas más que al propio Bitcoin.

En el resto del ecosistema cripto, Ethereum y Solana destacan como Layer 1 con propuestas sólidas, útiles y con ingresos reales, lo que atrae a inversores más sofisticados. Solana despierta interés en la tokenización de activos reales (acciones, deuda), mientras nuevas cadenas como Sui se enfocan en sectores como el gaming. También destaca Hyper Liquid, un DEX especializado en derivados que está ganando cuota frente a gigantes como Binance.

Esta evolución refleja la maduración del mercado cripto, que empieza a replicar los desarrollos del sistema financiero tradicional: tras los activos básicos, el volumen en derivados crece rápidamente.

Las stablecoins, por su parte, viven un momento clave. Aunque en Europa la regulación MiCA aún no cubre completamente este ámbito, en EE.UU. figuras como Trump las apoyan frente a las CBDCs.

Empresas como PayPal Holdings, Ripple, Circle (USDC) y entidades financieras están impulsando sus propias stablecoins, que permiten pagos transfronterizos más eficientes. Actualmente, USDT y USDC lideran este mercado, pero hay un reto de efecto red para que nuevas stablecoins ganen tracción. Curiosamente, algunas stablecoins se están utilizando indirectamente para financiar deuda estadounidense.

Como claves para no perderse en este contexto, Oriol Blanch recomienda seguir los proyectos nuevos con fundamentos sólidos (como Sui o Hyper Liquid), vigilar los flujos hacia los ETFs de Bitcoin y detectar un posible giro hacia Ethereum que señale el inicio de una “altseason”. Por último, es esencial monitorear la macroeconomía, ya que sigue siendo determinante para el rumbo general del mercado.