Las letras del Tesoro siguen siendo, en estos momentos, los activos de renta fija más cotizados por los inversores minoristas en España, frente a los bonos y obligaciones del Estado. Pero la actual situación del mercado, marcada por la incertidumbre y cierta aversión al riesgo que ha llevado a los inversores a mantenerse incluso en liquidez, ha sido uno de los grandes factores para el boom, que se sigue produciendo en la compra de los activos de renta fija pública en España.

El segundo viene de la mano de las bajas remuneraciones de los depósitos. Aunque poco a poco algunos ofrecen rendimientos que superan el 2%, está limitados por condiciones importantes y con montante de inversión bajo, y la mayoría de ellos online. La media de junio, de hecho, alcanza el 2,2%, muy por debajo de las rentabilidades que paga la deuda, en todos los casos. 

Este impulso ha manifestado tal calibre que ha pasado de representar en 2021 apenas el 0,03% de la inversión en personas físicas, a rozar el 21% de esa tenencia de letras del Tesoro en mayo de 2023, los últimos datos de los que dispone el Banco de España.

En concreto, 14.947 millones, casi 15.000 millones de euros depositados por inversores particulares en estos activos, que van desde el año hasta los 3 meses, pasando por 6 y 9 meses. Y todo porque sus rentabilidades han ido in crescendo desde octubre de 2022.  Para que se hagan una idea del interés en enero apenas representaban el 5% del total, por lo que se ha multiplicado por 4 en los cinco primeros meses del año.

Pero la gran pregunta es si los elevados rendimientos se mantendrán. De momento, en la subasta de ayer, la rentabilidad de las letras a 9 meses ha bajado por primera vez en el ejercicio, aunque sigue siendo muy elevada, del 3,7% frente al 3,81% de la anterior. La ‘culpa’ llega de la mayor demanda que ha dinamizado los rendimientos a pagar por el Estado.

Lo que sí permanece, de momento inalterada, es la rentabilidad de estos activos a más corto plazo. Hablamos de las letras a 3 meses, que alcanzan el 3,53%, también tras la subasta celebrada ayer, donde no ha habido variaciones significativas de demanda. Los expertos destacan que si se rebajan los intereses de las letras a largo es porque hay mayor estabilidad en el mercado de deuda pública español.

En el caso de las letras a 12 meses, el rendimiento de estos activos en su última subasta fue del 3,68%, también con movimiento a la baja mientras que, en el caso de las letras a 6 meses, alcanza el 3,66%, al alza en este mes de agosto, frente a la anterior.

En todo 2023 el Tesoro Público emitirá deuda neta por valor de 70.000 millones, con financiación neta negativa de las letras por valor de 5.000 millones de euros.

En definitiva, no se establece una tendencia a la baja generalizada en las rentabilidades de la deuda pública española a más corto plazo, pero conforme se eleva la demanda, empiezan a mostrar tímidos recortes, lejos de los esperados niveles por encima del 4% que esperaban los inversores la pasada semana.

Recordemos que, en esa inversión de la curva vemos como el rendimiento del bono a tres años en este mes de agosto alcanza un interés marginal del 3,25% y en el caso de activo a 5 años, se coloca en el 3,29%. En el caso de las obligaciones a 10 años, el interés a pagar es del 3,61% y el de 15 años se eleva al 3,73%.