El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha ratificado, a pesar de la actual coyuntura de crisis en los precios energéticos por la guerra en Ucrania, el objetivo del grupo de alcanzar un beneficio neto récord para este 2022 de entre 4.000 y 4.200 millones de euros, incrementando así el dividendo para sus accionistas "en la misma proporción".

En la junta general de accionistas, celebrada este viernes en Bilbao, Galán respaldó el compromiso con las previsiones anunciadas hace unos meses al mercado, debido a la buena evolución de la compañía en lo que va de año, especialmente en su negocio en Estados Unidos y Brasil.

En 2021, la energética obtuvo un beneficio neto récord de 3.885 millones de euros, incrementando la cifra en un 8% con respecto al ejercicio anterior y superando los objetivos que se había marcado.

Durante su intervención en la junta, Galán puso en valor la diversificación geográfica del grupo, con unos ingresos de países con diferentes monedas -un tercio en euros, un tercio en dólares y un tercio en libras-.

Además, subrayó que el grupo cuenta ya con toda su producción de energía en España "vendida a precios fijos anteriores a los actuales" para 2022, así como "más del 80% para 2023 y una parte importante para años siguientes" y puso en valor que, debido a la sequía y falta de eólica, se ha visto obligado a comprar más energía para suministrar a sus clientes a unos precios "más caros de los que los ha vendido".

Asimismo, la junta de Iberdrola ha aprobado el pago de un dividendo complementario de 0,27 euros por acción con cargo a los resultados de 2021 que, unido a los 0,17 euros abonados ya a cuenta, elevan la retribución total para sus accionistas a 0,44 euros por título, un 5% más.

Galán también consiguió el objetivo de que la asamblea anual de la compañía contará con un respaldo importante de sus accionistas, con un quórum de más del 72% -entre el capital presente y el representado-, que tenían el premio, si se superaba el 70% de participación, de un dividendo de involucración, único en las empresas del Ibex-35, de 0,005 euros por acción -1 euro por cada 200 títulos-. Esta gratificación quedará además incorporada a los estatutos de la compañía.

Este quórum del 72,13% de la junta supera ampliamente el 65,83% del año pasado, aunque supone la participación más baja, sin contar la de 2021, de los últimos seis años.

La junta no contó en esta ocasión con el habitual discurso del presidente y se limitó a su respuesta a las preguntas procedentes de algunos accionistas, aunque ninguna de ellas se refirió al 'caso Villarejo', por el que está imputado Galán.

CONVENCIDO DE QUE SE APROBARÁ FUSIÓN CON PNM.

Tan solo se cuestionó a Galán sobre la operación de fusión con la estadounidense PNM Resources, que fue tumbada a finales del año pasdo por el regulador de Nuevo México, aunque está decisión se encuentra recurrida por Iberdrola.

A este respecto, Galán se mostró "convencido" de que el recurso contra esa decisión del regulador "va a ser positivo y en los próximos meses tendremos la operación terminada, ya que es muy beneficiosa para los accionistas de las compañías y los ciudadanos".

Por otra parte, a respuesta a un accionista que agradeció la labor del consejo de Iberdrola, Galán subrayó que "ha defendido y defenderá" el proyecto de la compañía, que ha hecho de ella "la mayor empresa eléctrica de Europa y una de las mayores del mundo".

Entre los puntos a aprobar del día por los accionistas también figuraba la reelección de Anthony L. Gardner, de María Ángeles Alcalá Díaz y de Isabel García Tejerina, exministra de Agricultura con el Gobierno de Mariano Rajoy, como consejeros independientes.