Las  dificultades no son algo novedoso para los mercados. En estos doce últimos meses, los inversores han vivido eventos que consideraban impen*sables y que en un principio consideraban difíciles para digerir, pero por el momento aguanta. No hay, si no, que mirar a Estados Unidos, donde los índices han conseguido en las últimas semanas ir superando máximo histórico tras máximos histórico, aupados por el ímpetu que surge de uno de los que hasta ahora era uno de los principales cisnes negros a los que nos podíamos enfrentar, la victoria de Donald Trump.

Más que un cisne negro, lo cierto es que Donald Trump se ha convertido casi en una especie de Papá Noel que se ha adelantado casi dos meses para traer regalos a los inversores.  Unos presentes que vienen envueltos en promesas de crecimiento, inflación y salarios altos, lo que gusta –mucho- a los inversores de renta variable.

Este año también hemos superado con relativo éxito tras un tsunami inicial el voto Si de los británicos a la salida de Europa –que todavía sigue unida, sin una sola fisura-, la crisis de la banca europea  -que aún no ha estallado- y la desaceleración fuerte de la economía China –que aún no se ha producido-.

Por el momento diciembre no parece un mes fácil para la bolsa, y eso que los inversores siguen esperando que se produzca el rally de final de año. En solo diez días vamos a asistir a tres eventos que podrían ser especialmente complicados de digerir, pese a que el estómago de las bolsas luce a prueba de balas.

Calendario de eventos:
Referéndum italiano:
El actual primer ministro del país transalpino ha echado un órdago a su país proponiendo una reforma de la constitución que resta poder al parlamento del país y que le da más margen de maniobra a un ejecutivo ávido por comenzar con las reformas.  El problema para los analistas es qué va a pasar en Europa si el primer ministro italiano, Matteo Renzi pierde este pulso, como ya ocurrió con David Cameron y su referéndum en el Reino Unido.

Christopher Dembik, economista de Saxo Bank explica que “el verdadero problema para los inversores no es el miedo a la recesión en Estados Unidos, sino el retorno del riesgo político en Italia. La primera semana de diciembre es muy arriesgada para el país y para Europa”.



Porque lo que parece cierto es que Italia necesita esas reformas. Como apunta Julien-Pierre Nouen, jefe economista-estratega de Lazard Frères Gestion “los problemas estructurales de Italia se deben sobre todo a la nula mejora de la productividad en esos casi quince años. Los motivos fundamentales de este estancamiento son numerosos: menor nivel de instrucción, grandes rigideces que dificultan la reasignación intrasectorial e intersectorial. Además, las previsiones demográficas apuntan a que el descenso de la población en edad de trabajar se va a agudizar en los años venideros. Por consiguiente, es de suma importancia acometer reformas estructurales en Italia”.  Habrá que ver si Matteo Renzi se mantiene en la presidencia, en el caso de que pierda el referéndum.

No hay que olvidar que todavía queda pendiente la reestructuración del sistema financiero italiano y que Monte Paschi sigue pendiente de su proceso de recapitalización.  En Saxo Bank apuntan que “en caso de que Renzi se vea obligado a dimitir y la recapitalización de Monte Paschi vaya mal, esperamos que los diferenciales para Italia aumenten varias decenas de puntos básicos y la calificación de Italia se sitúe en perspectiva negativa (actualmente se sitúa en BBB- con perspectiva estable por S&P)”.

Elecciones Austria: Ese mismo día, se repiten las elecciones de este país. Aunque en mayo ganó el candidato ecologista Alexander Van der Bellen por solo 31.000 votos al populista de extrema derecha del Partido de la libertad, Norbert Hofer, esta vez los austriacos podrían optar por poner en el poder a un populista, justo después de la victoria de Donald Trump en EEUU.

Sería la primera vez desde la segunda guerra mundial que un estado europeo queda bajo la dirección de la extrema derecha. Y eso preocupa, porque tras la victoria del americano y el sí del brexit se teme un contagio populista en Europa. Y eso, podría añadir incertidumbre a las bolsas.

El 8 de diciembre se reúne el BCE y prácticamente todo el mercado está pendiente de que Mario Draghi anuncie nuevas medidas o una extensión del QE, seis meses más de cuando está previsto que termine, el próximo marzo.  Ojo con la posibilidad de que el presidente anuncie una rebaja en el tamaño mensual de las compras, que ascienden a 80.000 millones de euros. Cada vez que el mercado piensa en la palabra tapering, las bolsas suelen convulsionar. 

Día 14 de diciembre: Los próximos día 13 y 14 de este mes se reúne el comité de la FED que podría decidir elevar los tipos de interés por primera vez este año. La posibilidad de que las políticas de Trump impulsen el crecimiento y la inflación animan a pensar que es el momento perfecto para que la Reserva Federal que preside Janet Yellen tome esta decisión. Se trata de una medida que se lleva retrasando varios meses –desde julio- y que los distintos acontecimientos han ido desplazando. ¿Tomarán la decisión antes de saber cuál es la hoja de ruta del nuevo presidente de Estados Unidos?

Por el momento, parece que los mercados descuentan esta medida pero, ¿se atreverá esta vez Janet Yellen?

El 20 de diciembre se reúne el Banco de Japón: Las bolsas no espera que Kuroda actúe este año, aunque quizá sí en 2017.

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