Para Antonio Castelo, analista de iBroker, el mercado arranca septiembre con un tono más optimista de lo habitual tras un mes de agosto sorprendentemente estable. A diferencia de años anteriores, cuando el verano trajo volatilidad y sobresaltos, esta vez los principales índices han mostrado resiliencia pese a un contexto cargado de incógnitas: inflación persistente, tensiones políticas en Europa e incluso las presiones de la Casa Blanca sobre la Reserva Federal.
En Estados Unidos, el PIB del segundo trimestre revisado al alza hasta el 3% y la expectativa casi unánime de un recorte de 25 puntos básicos en los tipos de interés por parte de la Fed en septiembre han reforzado la confianza de los inversores. Powell, desde Jackson Hole, confirmó la flexibilidad del banco central y dejó abierta la puerta a más ajustes antes de final de año. No obstante, la atención de esta semana estará en el dato de empleo del viernes, donde cualquier creación de menos de 150.000 puestos reforzaría el argumento de más bajadas de tipos.
El sector tecnológico sigue liderando los índices norteamericanos. Los sólidos resultados de NVIDIA y el fuerte crecimiento del beneficio por acción de las “siete magníficas” (+26,6% frente al 8,1% del resto del S&P 500) consolidan su papel como motor del mercado. Esta semana, los inversores estarán pendientes de los resultados de Broadcom, que podrían marcar el pulso del sector en septiembre.
En Europa, la atención se centra en los datos macroeconómicos y en la política. Francia afronta una moción de confianza, Países Bajos se prepara para elecciones anticipadas y el Reino Unido debate un impuesto extraordinario a la banca. Mientras tanto, el BCE calibra su tono ante una inflación que parece bajo control, lo que podría abrir la puerta a recortes más agresivos en los próximos meses.
En el mercado español, la última semana dejó una corrección casi generalizada en el IBEX. Solo unos pocos valores, como Indra, Laboratorios Rovi, Repsol y Solaria, se libraron de las caídas. En el sector bancario, Banco Sabadell y BBVA fueron los más castigados por la incertidumbre de la OPA, mientras que el resto corrigió en línea con la tendencia europea. Aun así, los fundamentales del sector se mantienen sólidos, con valoraciones atractivas (PER entre 9 y 11 veces) y dividendos consistentes, lo que sigue ofreciendo oportunidades a medio y largo plazo en entidades como BBVA, Santander o Bankinter.
La fotografía general sigue siendo constructiva: empresas con beneficios sólidos, abundante liquidez y unos mercados que han demostrado capacidad para digerir la incertidumbre. Salvo sorpresas negativas en inflación o empleo, septiembre podría arrancar con un sesgo positivo y con algo más de apetito por el riesgo.