Los parlamentarios habían sido convocados para constituir un Gobierno que fuese capaz de combatir la amenaza del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), que ha proclamado un califato independiente en varias regiones del país.
Parlamentarios suníes y kurdos aprovecharon este encuentro para increpar al primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, por su gestión al frente del Ejcutivo. El partido liderado por Al Maliki resultó ganador en las últimas elecciones generales, pero necesitaría encontrar apoyos para poder gobernar en solitario.
G.D.