Nuevo máximo histórico del oro, que ha llegado en los futuros a un futuros de 4.445,8 dólares por onza, mientras que el oro al contado se ha cotizado a 4.414,99 dólares.
En lo que va de año, el metal amarillo ha subido casi un 70%, batiendo varios récords y superando por primera vez los 3.000 y 4.000 dólares por onza. El oro, que suele considerarse un activo refugio en tiempos de turbulencia económica o geopolítica, está a punto de registrar su mayor subida anual desde 1979. La caída del dólar ha contribuido a abaratar el metal para los compradores extranjeros.
La plata suele seguir al oro, y hoy no ha sido la excepción: se sitúa en un récord de 68,96 dólares por onza en los futuros, mientras que la plata al contado se cotiza a 68,98 dólares. Los precios han subido un 128% desde principios de año.
“El valor del oro como posible cobertura monetaria ha resurgido”, explica Matthew McLennan, director del equipo de valor global de First Eagle Investments, en declaraciones a la CNBC, que atribuye esta situación a los elevados déficits fiscales no solo en EEUU o Europa, sino cada vez más en Japón y China. “El oro pasó de estar deprimido en relación con los activos nominales que se querrían usar como posible cobertura contra él a tener una valoración más racional. Y creo que los demás complejos de metales preciosos siguieron su ejemplo al alza con cierto apalancamiento”.
Los inversores también están atentos a la contienda por la nominación del próximo presidente de la Reserva Federal, ya que la independencia y la credibilidad del banco central están en tela de juicio tras las reiteradas presiones del presidente estadounidense Trump sobre el actual presidente, Jerome Powell.
“En lo que nos centramos es en la credibilidad fiscal a largo plazo de Estados Unidos, porque creo que esa es la condición previa para tener una Fed independiente y un presidente racional”, explica McLennan.
También tiene en la mira la inflación salarial. “Así que, en realidad, lo que importará en el futuro será si las vacantes, que han aumentado recientemente, se ajustan a las ganancias corporativas”, señala.