José Luis Cava señala que el núcleo sagrado del sistema financiero es la deuda pública norteamericana, que se ha considerado tradicionalmente como un activo sin riesgo. Ahora nos estamos encontrando que ese activo presenta una fractura.

“Los inversores institucionales consideran que la deuda pública estadounidense ya no tiene un riesgo de impago cero, sino que el riesgo de impago se ha incrementado”. El experto explica que cuando un inversor institucional compra un bono emitido por un gobierno o un bono corporativo emitido por una empresa, se plantea contratar un seguro de impago. “Este tipo de seguros se conoce con el nombre de CDS, que es el acrónimo de Credit Default Swap. Un inversor institucional que compra un bono, ya sea deuda pública o ya sea deuda corporativa, paga una prima para asegurarse el reembolso del capital al vencimiento y el cobro de los intereses. Cuando la prima se incrementa, el riesgo de impago que está considerando el mercado aumenta”.

Tal y como se puede ver en el gráfico, publicado por Financial Times, la prima que hay que pagar para asegurarse el cobro de la deuda pública estadounidense se ha incrementado significativamente. Ha alcanzado el nivel más alto de los últimos 12 años, si se excluye el año 2023 por las discusiones que hubo del techo de deuda, y está en niveles de entorno a 52 puntos básicos.

“Esto es una fractura en el corazón del sistema financiero, es algo verdaderamente grave. A este mercado no van los minoristas, a este mercado no van los especuladores, a este mercado van los que tienen dinero y quieren invertir grandes cantidades. Y lo que hacen es que se cubren y contratan un seguro de impago de la deuda pública estadounidense. Y cuando lo contratan tienen que pagar 52 puntos básicos. 
La razón es sencilla: el déficit público norteamericano está fuera de control. Pero no lo digo yo. Bessent dijo que él estaba muy preocupado por la deuda pública estadounidense. Claro, como estaba tan preocupado, fue al gobierno de los Estados Unidos para solucionar el problema, y dice que ellos están controlando el gasto y el déficit público”.

Sin embargo, el analista asegura que es mentira. “El déficit público norteamericano durante la administración Trump se ha incrementado con respecto al último de la administración Biden. El déficit público está fuera de control”.

Además, han reducido los impuestos, y la recaudación fiscal va a ser menor. La propia Oficina del Congreso de Estados Unidos ha incrementado sus estimaciones acerca de las emisiones de deuda pública que tienen que realizar para financiar el gasto público. “El núcleo sagrado del sistema financiero presenta fallas”.

Cuando un inversor institucional desconfía de la deuda pública norteamericana, diversifica, indica Cava. ¿Y a dónde se va? “Evidentemente, a oro y a Bitcoin”. Por eso se fija en lo que está pasando en Bitcoin. “Se han disparado las entradas de fondos en ETFs de criptomonedas. Han llegado a 63.000 millones, y en la última semana las entradas han sido de 3.300 millones”.

¿De dónde procede el dinero que entra en estos ETFs de criptomonedas, y especialmente en los ETFs de Bitcoin al contado? “Precisamente de los inversores institucionales. Es un hecho claro que el dinero inteligente diversifica, se aleja de la deuda pública estadounidense porque desconfía de Trump, teme que en un momento determinado haya un impago”.