La dependencia estadounidense de este elemento preocupa a la industria y al Gobierno, especialmente ahora que China, su principal proveedor, mantiene restricciones que amenazan con estrangular el suministro.
Las autoridades estadounidenses han reforzado su apoyo a los fabricantes nacionales más expuestos y alertan de que la falta de acceso estable al itrio podría poner en riesgo proyectos industriales estratégicos. La situación, lejos de resolverse, se ha intensificado a medida que han aumentado las tensiones comerciales y los inventarios globales han comenzado a disminuir.
Qué es el itrio y por qué es tan importante para la industria
El itrio es un elemento de tierras raras con aplicaciones determinantes en tecnologías de alto rendimiento. Se emplea en recubrimientos cerámicos resistentes al calor, fundamentales para proteger componentes sometidos a temperaturas extremas.
También juega un papel crítico en lásers industriales, sensores, superconductores, producción de semiconductores y en determinados materiales empleados en aviación y sistemas espaciales.
Su capacidad para mejorar la durabilidad, estabilidad térmica y eficiencia energética lo ha convertido en una materia prima estratégica cuya demanda no ha dejado de crecer.
En un mercado ya de por sí concentrado, China domina ampliamente la extracción y el refinado de este material. Este control le otorga un poder decisivo en cadenas de suministro globales que dependen de volúmenes relativamente pequeños pero esenciales para que la industria tecnológica y militar pueda operar con normalidad.
La situación de GE Vernova y el apoyo del Gobierno estadounidense
Reuters reveló hace unas semanas que el Gobierno de EEUU está prestando asistencia directa a GE Vernova, referente en la fabricación de turbinas de gas, para garantizar el acceso al itrio.
La compañía depende del elemento para los recubrimientos protectores que permiten que las turbinas soporten condiciones térmicas extremas sin degradarse. Sin este material, la producción y el rendimiento de estos equipos podrían verse seriamente comprometidos.
El CEO de la empresa, Scott Strazik, confirmó que GE Vernova investiga posibles materiales sustitutivos, aunque reconoció que esos reemplazos conllevan penalizaciones de coste y rendimiento que la industria preferiría evitar.
El respaldo gubernamental pretende amortiguar estos riesgos y asegurar que la compañía pueda mantener sus capacidades industriales mientras Washington busca alternativas estratégicas.
China endurece los controles y la incertidumbre se dispara
En abril, China endureció los controles de exportación sobre varios materiales de tierras raras, incluido el itrio, en lo que muchos analistas interpretaron como una respuesta directa a los aranceles estadounidenses.
La Casa Blanca afirmó tras las reuniones bilaterales de finales de octubre que Pekín estaba dispuesto a aliviar estas restricciones, pero Beijing no ha emitido confirmación oficial.
Mientras tanto, sectores como el aeroespacial y el de los semiconductores siguen experimentando tensiones de suministro, caída de inventarios y alzas de precios.
Este escenario ha llevado a algunos medios especializados a describir la situación como una crisis incipiente de tierras raras, en la que la disponibilidad de materiales críticos está siendo utilizada como herramienta de presión económica y diplomática.
Una respuesta estratégica: reservas nacionales y autonomía industrial
Ante esta situación, Estados Unidos ha reforzado su arsenal estratégico nacional, un mecanismo pensado para garantizar el acceso a materiales esenciales en momentos de interrupciones. En determinadas circunstancias, estos recursos pueden ser asignados temporalmente a empresas para cubrir necesidades industriales o militares.
La estrategia apunta en una doble dirección: blindar la cadena de suministro frente a contingencias y, al mismo tiempo, impulsar capacidades productivas propias que reduzcan la dependencia exterior.
Aunque el camino hacia la autonomía completa es largo, Washington entiende que el itrio y otras tierras raras se han convertido en un vector crítico para su seguridad económica y su competitividad tecnológica.