De cara al verano, se espera que tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal mantengan estables los tipos de interés. En el caso del BCE, aún podría producirse un último recorte en septiembre, dependiendo del contexto económico y de los acuerdos comerciales internacionales, especialmente tras el 1 de agosto. En cuanto a la Fed, no se anticipan cambios antes de que finalice el verano, a la espera de evaluar el impacto de la inflación en la economía estadounidense.

Tradicionalmente, el verano es una temporada de bajo volumen en los mercados financieros. Sin embargo, en los últimos años este periodo ha estado marcado por episodios de volatilidad. Este año, la incertidumbre gira en torno a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y sus socios, con los aranceles impulsados por la administración Trump como punto focal. Desde abril, los plazos se han ido extendiendo —primero hasta julio y ahora hasta agosto— sin que se concrete un acuerdo definitivo. Mientras tanto, los mercados se mantienen en una actitud de cautela, atentos a cualquier avance en estas negociaciones. No obstante, los resultados empresariales han comenzado a aportar algo de optimismo: desde el 15 de julio, los grandes bancos estadounidenses y otras compañías, especialmente del sector tecnológico, han presentado balances positivos. Incluso Netflix ha reportado buenos resultados, lo que contribuye a sostener cierta estabilidad.

Resultados empresariales: buen comportamiento de bancos y turísticas del Ibex

En la bolsa española, a diferencia de las previsiones más volátiles para índices como el EuroStoxx o el S&P 500, las estimaciones de resultados para el IBEX 35 se mantienen estables y con un tono de crecimiento moderado, especialmente en sectores clave como el financiero y el turístico.

Aunque tanto en Europa como en Estados Unidos los analistas han revisado a la baja sus proyecciones de beneficios por acción, el IBEX —con un alto peso del sector financiero y eléctrico— apunta a un comportamiento sólido y sin sorpresas destacables.

El sector bancario continúa mostrando resultados positivos, aunque ligeramente inferiores en términos interanuales debido a una reducción en el margen de intereses. No obstante, esto se compensa con un incremento en los ingresos por comisiones y mayor volumen de productos comercializados. En el sector eléctrico también se esperan resultados estables, sin grandes movimientos que generen sorpresas significativas.

Por su parte, el sector turístico muestra signos alentadores, con compañías como IAG y Meliá Hotels superando expectativas. En el caso de Meliá, el tipo de cambio supone un factor negativo, mientras que para IAG representa un impulso. Además, la moderación en los precios del crudo ha beneficiado a las aerolíneas, reforzando las buenas perspectivas del sector.