José Luis Cava se plantea la fiabilidad de los datos de empleo de Estados Unidos tras la reciente revisión a la baja del número de puestos de trabajo creados en mayo y junio. “Donald Trump reaccionó despidiendo a la responsable de la Oficina de Estadísticas Laborales. La acusó de manipulación de los datos”, afirma. A partir de ahí, plantea dos cuestiones: si los datos pueden manipularse y cuál es realmente el estado de la economía estadounidense.
Para responder, explica cómo se calcula la estimación inicial: se parte de una “encuesta parcial realizada entre las empresas estadounidenses” y también se usan “las declaraciones de retenciones a cuenta del impuesto sobre la renta”. El problema, advierte, está en que la Oficina de Estadísticas Laborales utiliza un modelo que nada tiene que ver con la actividad real. Esto es lo que, según él, genera las posteriores correcciones. Concluye que “se puede manipular todo”, aunque matiza que en base a esta sospecha “cree que no” se debería despedir a la responsable, y que lo correcto sería “auditarla”.
Muestra escepticismo respecto a la calidad de los datos: “Esta rebaja ha supuesto una reducción de 250.000 puestos de trabajo, y sin embargo, la tasa de paro se ha incrementado solamente del 4,1 al 4,2%”. Atribuye esta mínima variación principalmente a las “restricciones en materia inmigratoria”.
Además, le llama la atención la reacción exagerada de Wall Street a una primera estimación que “luego está sujeta al menos a dos correcciones”. Relata una anécdota sobre casas de apuestas que operan con datos macroeconómicos, como el IPC o el empleo, lo que en su opinión provoca una “volatilidad que vemos durante las dos horas siguientes” a la publicación de los datos. “Pero no tiene nada que ver con la realidad de la economía”, subraya.
También se centra en la reciente caída en bolsa, la más significativa desde mayo. Destaca que bancos norteamericanos como Goldman Sachs están lanzando advertencias. Concretamente, cita: “el mercado está sonámbulo hacia los problemas”. Sin embargo, se muestra escéptico ante estos augurios: “Yo no sé si tiene razón o no, porque yo no soy adivino. Yo me fijo en la liquidez, y la liquidez a nivel global está creciendo”.
Reforzando su argumento, compara el presente con 2007: “La liquidez que había en 2007 no se puede comparar con la liquidez que hay ahora mismo en el año 2025 tras el Covid”. Por tanto, considera que lo que se está viviendo es una simple corrección y que “la liquidez hará que las bolsas suban”.