Chacón cuenta que estaba trabajando en la sección de faldas y blusas cuando se le acercó un hombre y le preguntó: "¿Qué tal? ¿Cómo van las ventas?"; a lo que la que más tarde fuera ministra de Defensa respondió: "Muy bien. Mucho trabajo, pero muy contenta", según ha relatado Chacón en el diario El Mundo.
La política catalana, además, confiesa que su respuesta se debió a la sensación de que el hombre le "hablaba como un jefe", por lo que sintió que "tenía que responderle como a un jefe".
'LOS CLIENTES NUNCA SON PESADOS'
"Joven, no se olvide de esto: los clientes nunca son pesados. Al contrario: siempre tienen razón", respondió Isidoro Álvarez, quien en aquella época todavía no había llegado a la presidencia del El Corte Inglés.
Tanto el empresario como la política volvieron a encontrarse 20 años más tarde. Álvarez ya presidía la cadena y Chacón se había hecho con la cartera de Defensa.
LA CORTINA DE LA DUCHA HACIA DENTRO
En ese reencuentro, la política catalana señaló que había leído en una entrevista que Conrad Hilton, importante empresario del sector hotelero, reconocía que la base de su éxito estaba en "haber puesto la cortina de la ducha hacia dentro".
"Exactamente. Las claves son los detalles; el servicio. Llámalo cliente o llámalo la gente. Esa clave de la pervivencia de las grandes fórmulas comerciales y, si me apuras, de cualquier organización", aseguró Isidoro Álvarez en respuesta al comentario de la ministra.