MADRID, 28 ENE. (Bolsamania.com/BMS) .- El pasado viernes, cuando la agresiva depreciación del peso argentino tensó a las bolsas y, por contagio, a las divisas de otros países emergentes, BBVA fue una de las compañías del Ibex 35 que más sufrió. Entonces, los analistas argumentaron que la caída de la lira turca afectaba especialmente al banco vasco, con exposición al país por su participación en Garanti Bank. BBVA obtiene entre un 7% y un 8% de sus beneficios de Turquía, de ahí que hoy preste atención a la reunión extraordinaria que va a celebrar su banco central para tomar medidas que garanticen la estabilidad de precios tras el desplome de la moneda.

Aunque la venta masiva en los mercados emergentes parece haberse estabilizado durante la madrugada, el foco de atención en esta jornada de martes se mantiene sobre la lira turca. La pregunta que se planea entre los inversores es si la decisión de emergencia de subir los tipos de interés, programada según espera el mercado para las 23:00 hora española, será suficiente para restablecer la confianza en su divisa. El consenso sitúa esta subida de tipos en un rango de 100 a 300 puntos básicos aunque, según explica Kathy Lien, directora de BK Asset Management, “siempre hay lugar para medidas más creativas”. Dice esta analista que cuanto mayor sea esta subida, mayor será también la ayuda y apoyo que se le dará a la lira turca.

Lien también ha hecho hincapié en que si el Banco Central de Turquía logra con éxito parar la venta de su moneda, se impulsará el apetito por el riesgo en los mercados financieros, y "se conducirá a la baja los pares Dólar estadounidense/Lira turca y Euro/Lira turca". Así, según esta analista, se frenaría la reciente debilidad en el euro, ya que ha sido la venta en el Euro/Lira turca lo que ha impedido que el Euro/Dólar se consolidara por encima de la resistencia de los 1,37 en la jornada del lunes.

No obstante, la decisión de tipos en Turquía llegaría tarde, señalan expertos de Danske Bank, y una subida de 200 puntos básicos por sí sola, no jugaría demasiado en favor de la estabilidad de la lira turca. Así, debería también contemplarse el cumplimiento del umbral de inflación del banco central de este país, situado en el 5%. Una encuesta del propio banco central apuntaría a una subida de la inflación por encima de este nivel. Según Danske Bank, las perspectivas serían de un 6,50% en la tasa del IPC en enero de 2014. Y añaden: "Puramente desde esta perspectiva, las condiciones económicas deberían haberse estrechado hace mucho tiempo".

Además, según concluyen, las decisiones tomadas en uno solo de los países emergentes podrían no tener fuerza suficiente para acabar con las reservas de los mercados hacia sus economías. Así, la venta masiva podría continuar en el corto plazo, dado el panorama negativo de crecimiento económico en China.

José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, enumera los comentarios del presidente del Banco Central de Turquía, porque en su opinión ofrecen “interesantes pistas” sobre la decisión final de hoy:

- La crítica de la clase política no supone un obstáculo para tomar las decisiones que sean adecuadas.

- No descarta tensionar la política monetaria si fuera necesario… es importante tomar medidas sin retraso y de forma contundente.

- No ve un mayor riesgo económico de tomar medidas para garantizar la estabilidad de los precios.

- Espera un repunte mayor de lo previsto de la inflación en enero…en la reunión regular del 21 de enero ya dejó un sesgo alcista.

- El control de cambios no está en el diccionario del banco central… prefiere el uso de los tipos de interés.

“Nosotros esperamos que la economía turca modere su ritmo de crecimiento este año hasta niveles de 2,5% frente al crecimiento estimado del 4,0% en 2013. También esperamos que la inflación se mantenga en promedio en el año en niveles del 7,3/7,5%, sin cambios desde un año atrás. Turquía presenta un déficit en su balanza exterior superior al 7% del PIB. Para este año, en línea con la moderación del crecimiento y la depreciación de la moneda, esperamos un déficit por cuenta corriente del 5,0% del PIB. El déficit público es esperado que suba este año hasta el 3,8% del PIB. Pero mantiene un nivel de deuda relativamente bajo, hasta un 35% del PIB”, explica Martínez Campuzano.

N.J./M.G.