BBVA ha mantenido un crecimiento sólido en beneficio y rentabilidad. ¿Qué palancas están sosteniendo esos resultados en un entorno macro cada vez más cambiante?

A comienzos de año, el entorno macroeconómico presentaba muchas dudas, desde las tensiones geopolíticas hasta los efectos de la guerra comercial. Sin embargo, la evolución ha sido mejor de lo previsto en la mayoría de los países donde operamos. En este contexto, los resultados de los nueve primeros meses de 2025 han vuelto a situar a BBVA como referente en la banca europea en términos de crecimiento del crédito (16% interanual a tipos constantes) y de rentabilidad (ROTE del 19,7%). 

De cara al nuevo ciclo estratégico, y con la expectativa de un entorno macro de relativa estabilidad, nos hemos fijado objetivos ambiciosos: alcanzar 48.000 millones de euros de beneficio atribuido acumulado entre 2025 y 2028, mejorar la eficiencia hasta niveles cercanos al 35%, lograr una rentabilidad media del 22% en ROTE y hacer crecer el valor contable por acción más dividendos alrededor de un 15% anual (en tasa anual compuesta).

En esta nueva etapa queremos seguir demostrando nuestro liderazgo en rentabilidad y nuestra capacidad de generar más valor que nuestros competidores. Para ello contamos con tres pilares estructurales clave. Una amplia diversificación, que nos aporta resiliencia y nos permite adaptarnos con éxito a diferentes entornos económicos y financieros. Franquicias líderes en nuestros mercados, que nos dan mayor escala que los bancos domésticos y se traduce en una rentabilidad superior. Capacidades digitales diferenciales, en las que continuamos invirtiendo y que impulsan tanto la captación de clientes como una operativa más eficiente.

Con el incremento y el elevado nivel de rentabilidad del último año, ¿el nivel de dividendo y recompra de acciones se va a mantener en el tiempo? ¿Cómo casan esto con la mejora de solvencia, objetivos aparentemente “contrapuestos”?

Para este ciclo estratégico, la elevada rentabilidad que esperamos continuará traduciéndose en una fuerte generación de capital. Estimamos alrededor de 49.000 millones de euros entre 2025 y 2028. 
Nuestra primera prioridad será reinvertir capital en el crecimiento orgánico del banco, para lo que prevemos destinar en torno a 13.000 millones de euros durante el periodo. Apostar por el crecimiento orgánico rentable es lo que garantiza resultados consistentes y recurrentes a largo plazo.

Una vez cubiertas esas necesidades, seguiríamos teniendo unos 36.000 millones de euros disponibles para distribuir a nuestros accionistas. Parte de esa distribución ya está en marcha: el 7 de noviembre pagamos a nuestros accionistas un dividendo a cuenta de 2025 de 32 céntimos de euro por acción, el más alto de nuestra historia; y acabamos de finalizar la recompra de acciones que teníamos pendiente de casi 1.000 de euros. Además, tenemos previsto realizar otra significativa recompra de acciones, una vez obtenidas todas las aprobaciones y autorizaciones pertinentes.   

Estas distribuciones abarcan tanto nuestra política de dividendos como la devolución del capital que supere nuestro objetivo de CET1 del 12%. Y no hablamos sólo del exceso de capital actual: el banco seguirá creciendo de forma orgánica y rentable, generando capital adicional y, por tanto, con capacidad para ofrecer una remuneración muy atractiva, al tiempo que mantenemos unos niveles de capital sólidos dentro del rango objetivo (11,5% - 12%).

¿Cuáles son hoy las principales prioridades estratégicas del grupo a medio plazo?¿Cuál será el principal motor de crecimiento de BBVA en los próximos años?

En este 2025 hemos comenzado un nuevo ciclo estratégico en el que damos continuidad al anterior (2021-2024). Entre nuestras prioridades estratégicas, destaca la adopción de una nueva perspectiva radical hacia el cliente para tener un impacto más profundo y positivo en su vida. En segundo lugar, continuaremos impulsando la sostenibilidad como motor de crecimiento, consolidando el liderazgo del banco en este ámbito. Asimismo, nos hemos propuesto crecer en todos los segmentos de empresas, desde pymes hasta grandes corporaciones, con el objetivo de convertirnos en el banco de referencia para este segmento en todos los países en los que estamos presentes.

La cuarta nueva prioridad estratégica es promover la mentalidad de creación de valor y capital en todos los niveles de la organización, que supone un paso más en la disciplina del uso de capital que siempre nos ha caracterizado. El capital es un bien escaso, por lo que es fundamental evaluar con el mayor rigor posible en qué y cómo se invierte. El retorno o beneficio que genera cada operación y cada decisión debe superar su coste en términos de capital. De esta manera, nos aseguramos de que el capital se destina hacia donde realmente genera impacto, multiplicando la capacidad de crecimiento y de otorgar crédito. 

Adicionalmente, en este nuevo ciclo estamos haciendo un mayor esfuerzo de movilización del balance, a través de operaciones de transferencia significativa de riesgo (‘significant risk transfer’ o SRT, en inglés), por ejemplo; esto nos permite optimizar aún más el capital, ser más eficientes, liberando recursos y redireccionándolos hacia donde generan un mayor valor.

Las dos últimas prioridades tienen que ver con dos bases esenciales para lograr todo lo anterior: maximizar el potencial de la inteligencia artificial y la innovación mediante el uso de datos y tecnología de última generación, y potenciar el equipo humano de BBVA, fortalecer nuestra empatía y seguir creando valor para todos los grupos de interés.

Estas prioridades calan en el día a día del banco, se traducen en decisiones de negocio, y nos permitirán seguir creciendo y creando valor para todos y alcanzar los ambiciosos objetivos que nos hemos marcado.

¿Cree que el mercado no ha entendido el sentido estratégico de la operación por Sabadell? ¿Cómo cambia la hoja de ruta de BBVA tras la operación? ¿Buscáis operaciones en otros países?

El racional estratégico y financiero de la operación era muy claro. Se trataba de una gran oportunidad para todos, y así lo hemos trasladado durante todo el proceso. 

Dicho esto, hemos cerrado esta etapa y miramos al futuro. El banco atraviesa su mejor momento, con un sólido crecimiento, unos resultados récord y unas perspectivas muy positivas en todos nuestros mercados clave. Estamos plenamente enfocados en ejecutar nuestro plan estratégico, centrado en nuestra estrategia de crecimiento orgánico, que está dando muy buenos resultados en todas las geografías. 

En España, por ejemplo, hemos obtenido unos resultados de 3.139 millones de euros en los nueve primeros meses de 2025. Frente a la caída de ingresos en el resto del sector, BBVA ha seguido creciendo (+2,8% en margen de intereses y comisiones en los últimos 12 meses hasta septiembre) y mantiene las mejores métricas de eficiencia y rentabilidad del mercado español. En paralelo, el banco continúa ampliando su base de clientes —más de 780.000 altas en los primeros nueve meses del año— y reforzando segmentos estratégicos como el de empresas, donde ya es la entidad líder en captación de pymes (24,9%) y en crecimiento del crédito (+11% interanual, muy por encima del sistema). Esta evolución ha impulsado una ganancia sostenida de cuota de mercado tanto en financiación a empresas como en crédito total. 

BBVA es el más rentable y el que más consigue crecer en margen de intereses, más incluso en comisiones. Es el más eficiente también. La debilidad viene por una diversificación geográfica difícil, con mucho peso de México y Turquía. Ahí con Sabadell compensaba muy bien....la pregunta es: sin Banco Sabadell, cómo va a reequilibrar esa diversificación y esos riesgos por estar posicionado en economías emergentes.

El equilibrio entre mercados emergentes y desarrollados no es un objetivo en sí mismo, ni tampoco era el objetivo de la operación de Sabadell, con la que hubiéramos logrado una mayor escala en uno de nuestros principales mercados y la combinación de dos negocios muy complementarios.

La diversificación geográfica del grupo, lejos de ser una debilidad, es, como comentaba anteriormente, uno de los factores que explica el comportamiento diferencial de BBVA. Gracias a ella contamos con un perfil único de liderazgo en crecimiento y rentabilidad. Asimismo, nos permite una mayor recurrencia de resultados, que a lo largo de los años han sido menos volátiles y más predecibles que los de nuestros competidores.

El valor de la diversificación es algo que también nos reconocen los supervisores, agencias de rating, inversores y el mercado en general. Gracias precisamente a ella, contamos con uno de los requerimientos de capital más bajos entre nuestros comparables en Europa, mejores ratings, menores diferenciales de deuda y mayor resiliencia en escenarios de estrés, tal y como reflejan, por ejemplo, los test de la EBA. 

Con un margen de intereses de más de 25.000 millones de euros y comisiones de 8.000 millones (pero creciendo mucho más), ¿qué objetivos hay en ambos segmentos y cómo será el peso futuro? Es decir, ¿cómo evolucionará el modelo de banco?

El motor clave del plan estratégico 2025-2029 es el crecimiento de la actividad en todas las unidades de negocio en un contexto económico que se mantiene favorable. Hasta ahora, el fuerte crecimiento del crédito que hemos mostrado, por encima del mercado y ganando cuota, se ha visto compensado parcialmente con la contracción de márgenes derivada de los menores tipos de interés, fruto de los ajustes en la política monetaria en los diferentes mercados en los que operamos.

De cara al futuro, con los tipos estabilizándose en nuestros principales mercados -España y México-, esperamos una menor presión sobre los márgenes y, como resultado, el crecimiento de la actividad se trasladará de forma mucho más plena al beneficio. También en otras geografías, como Turquía, donde tenemos sensibilidad positiva a bajadas de tipos de interés, el entorno de tipos ayudará al crecimiento de los ingresos.
Además, en este nuevo ciclo tendrán una especial relevancia los negocios con bajo consumo de capital, como seguros, gestión de activos o la banca privada, que suponen mayores ingresos por comisiones. 

¿Nos podría hablar del plan de crecimiento en Italia y Alemania? ¿Será multiproducto o con producto de pasivo cómo hasta ahora?  ¿Tienen previsiones de qué métricas se pueden conseguir en estos mercados?
 

Estamos muy satisfechos con la evolución del negocio en Italia, donde la acogida ha superado ampliamente nuestras previsiones iniciales. Desde el lanzamiento de nuestro banco digital en octubre de 2021, hemos superado los 800.000 clientes, dos años antes de lo previsto, y esperamos alcanzar en 2026 un millón de clientes. En Alemania, donde iniciamos operaciones el pasado 26 de junio, la respuesta ha sido incluso más fuerte que en Italia, lo que confirma el atractivo de nuestra propuesta digital en mercados europeos de gran tamaño y potencial. 

En ambos países hemos lanzado bancos minoristas 100% digitales con una propuesta que ofrece la misma sencillez y experiencia de cliente que los neo-bancos pero con una oferta de producto universal. Esto hace posible que las relaciones con los clientes sean más rentables, más completas y de mayor valor. Nuestra propuesta busca superar a la competencia en cada una de las cinco dimensiones clave del marco de crecimiento bancario que utilizamos: confianza, experiencia del cliente, competitividad en precios, funcionalidad y producto.

¿Qué impacto está teniendo la digitalización en la captación de clientes y en la rentabilidad?

La digitalización es un motor clave en la captación de clientes y en la mejora de la rentabilidad. En los primeros nueve meses de 2025, BBVA incorporó 8,7 millones de nuevos clientes, con un 66% de las altas a través de canales digitales. Estos clientes digitales también generan mayor valor: interactúan con más frecuencia, contratan más productos y presentan un coste de servicio más bajo, lo que se traduce en una rentabilidad superior y sostenida en el tiempo.

Por otro lado, la tecnología nos está ayudando a dar una experiencia mucho más personalizada y a tener clientes más vinculados, mientras ganamos eficiencia. Además, está impulsando una especie de revolución silenciosa en nuestro modelo de distribución, gracias a la cual nuestras fuerzas de venta están cada vez más especializadas y dedican menos tiempo a tareas administrativas y más a actividades de verdadero valor. Hoy, más de la mitad de los equipos comerciales en España se enfocan en segmentos de alto valor —banca privada, seguros, pymes, empresas—. Son equipos más preparados, capaces de ofrecer una atención más personalizada y, al mismo tiempo, ser más productivos.

BBVA ha sido pionero en digitalización bancaria. ¿En qué fase se encuentra esa transformación y cuáles son las prioridades actuales? ¿Cómo están integrando la inteligencia artificial en su modelo de negocio y gestión de riesgos?

BBVA fue pionero en la transformación digital y móvil de los servicios financieros. Hoy estamos viviendo una nueva disrupción tecnológica marcada por la inteligencia artificial, y queremos volver adelantarnos a este cambio. Tenemos una completa hoja de ruta que va a suponer redefinir el modelo de relación con los clientes, con una banca que va ser conversacional, proactiva y personalizada para cada uno de ellos, precisamente gracias a la IA.  Pero además, estamos revisando y optimizando nuestros procesos internos y nuestra forma de trabajar.

Con el objetivo de acelerar esta hoja de ruta, acabamos de firmar una alianza estratégica con Open AI, única en la industria financiera. Así, vamos a trabajar mano a mano con sus equipos en la creación de soluciones, como un asistente inteligente capaz de acompañar a las personas en su día a día financiero o para ayudar a los gestores comerciales a atender a sus clientes de manera completamente personalizada. Asimismo, también trabajaremos en sistemas para agilizar procesos esenciales para nuestro negocio como el análisis de riesgos, el desarrollo software o el trabajo diario de todos los empleados, para el que estamos diseñando un “segundo yo” digital que ayude a organizar y ejecutar algunas de sus tareas cotidianas.  

La IA no sustituye el valor humano, pero lo amplifica y lo potencia. Por eso, además de este trabajo conjunto y el acceso a la tecnología de última generación de OpenAI, con este acuerdo damos un paso más y vamos a desplegar ChatGPT Enterprise a todos los empleados durante el primer trimestre de 2026, una de las mayores implantaciones corporativas de esta tecnología a nivel global. 

¿Qué mensaje le gustaría trasladar a los accionistas que estén pensando en invertir o sean inversores de BBVA? 

BBVA es una excelente elección para invertir:  nos hemos consolidado como el banco europeo con mayor crecimiento y rentabilidad, apoyados en un modelo sólido, en franquicias fuertes y diversificadas, con escala y presencia en economías con baja penetración de crédito y fuerte potencial de crecimiento.

De cara al Plan Estratégico 2025-2029, nuestro foco sigue siendo el crecimiento orgánico. Hemos fijado objetivos muy ambiciosos en crecimiento y creación de valor, y los últimos resultados muestran claramente que vamos por el camino adecuado. BBVA seguirá siendo una historia de generación de valor consistente y de retornos atractivos para los accionistas. Hablamos de unos 36.000 millones de euros de capital disponible para distribuir en los próximos años, que se suman a un historial ya probado de retornos recurrentes.

Y, además, nuestra vocación innovadora nos permite anticipar el futuro y seguir liderando la transformación del sector. Esa capacidad de innovar será de nuevo un elemento diferencial en este nuevo ciclo.