El informe muestra que el número de personas que reciben subsidios de desempleo la semana pasada se había reducido en 119.000 personas, hasta unos 3 millones de desempleados.
El empleo se ha convertido en una de las piezas claves para resolver el puzzle en el que ha convertido la FED su agenda para la retirada de estímulos financieros. Hay expertos que aseguran que el endurecimiento de la política monetaria no comenzará hasta que la tasa de paro baje del 7%. En junio del año pasado un total del 7,6% de la población activa estadounidense estaba desempleada.