“Hemos pasado de crecer en un solo dígito a hacerlo en doble dígito”. Con esa frase, José María Huch, director financiero de Atrys Health, resume la transformación que está viviendo la compañía en la 5ª edición del Salón del Inversor organizado por Estrategias de Inversión y Renta 4. Durante su intervención Huch afirma que "el área de prevención era la más madura de la compañía" y explicó que “mientras el conjunto del grupo crecía al 8,2% en los primeros nueve meses del año, las divisiones de oncología y diagnóstico lo hacían al 13,4%”.
Atrys Health, compañía especializada en servicios de diagnóstico, telemedicina y tratamientos oncológicos, anunció recientemente la venta del área de prevención por 145 millones de euros. Una operación que no solo ha dejado el balance prácticamente limpio –la deuda financiera neta baja de 169 a 26 millones y el ratio deuda/EBITDA se sitúa cerca de 1x–, sino que permite a Atrys centrarse en los dos negocios donde la rentabilidad y la escalabilidad es mucho mayor: diagnóstico avanzado y oncología. Tal y como explica Huch, esta desinversión “supone un cambio cualitativo en el posicionamiento del grupo”.
Tras la reordenación, la compañía se articula sobre dos pilares con el mismo peso en ingresos, pero con perspectivas distintas:
- Diagnóstico: incluye los servicios de anatomía patológica y genética desde cuatro laboratorios en España y Portugal, así como la actividad en medicina nuclear con seis centros. A ello se suma el liderazgo en telemedicina en España y Latinoamérica, un área clave para abordar la escasez de especialistas.
- Oncología: presta tratamientos de quimioterapia, inmunoterapia y radioterapia avanzada en 46 hospitales españoles, además de cuatro centros en México con evolución “muy positiva”. La compañía acaba de inaugurar en julio un centro de radioterapia puntero en el Hospital Sanitas de Valdebebas, en Madrid.
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IA al servicio del médico, no como sustituto
María Mira, MFIA, Analista fundamental de Estrategias de Inversión, abordó durante la sesión cómo Atrys integra la inteligencia artificial en sus servicios. José María Huch explicó que la compañía la considera una herramienta complementaria al trabajo médico: “no buscamos sustituir al especialista, sino potenciar su eficiencia y optimizar los tiempos en diagnóstico y tratamiento”.
En radioterapia, detalló, la planificación de los tratamientos avanzados puede ocupar al oncólogo radioterápico siete u ocho horas de trabajo. Las herramientas de IA que Atrys está incorporando acortan significativamente ese proceso sin perder rigor clínico.
En radiología, la compañía desarrolla modelos capaces de señalar al especialista puntos diminutos del TAC o resonancia que podrían pasar desapercibidos y ser indicativos de lesiones relevantes. El objetivo es reducir errores, agilizar el trabajo y mejorar la salud del paciente. “La IA permite ser más eficientes, pero sobre todo mejorar los resultados clínicos”, subrayó Huch.
Un crecimiento selectivo
Atrys ha sido en los últimos años un caso emblemático de crecimiento inorgánico. Sin embargo, tras la reordenación del balance, la compañía quiere evitar volver a elevar su endeudamiento. Huch lo expresó con claridad: “No queremos volver a endeudar demasiado la compañía”. “Esto no significa renunciar a adquisiciones, pero sí abordarlas de forma mucho más selectiva”.
Huch detalla que las compras relevantes requerirían ampliaciones de capital, algo que Atrys descarta al precio actual de cotización para “evitar diluciones que considera inaceptables para el accionista” sostiene Huch. Asimismo, destaca que la compañía está abierta a más adquisiciones “si la acción recupera niveles más alineados con su valor estimado por los analistas”.
Las casas de análisis sitúan de media el precio objetivo de Atrys en 5,5 euros por acción, lo que supone un potencial de revalorización superior al 100% desde los niveles actuales.