Según los expertos de Fidelity, el aumento de la actividad económica está impulsando los ingresos fiscales. De hecho, el déficit público de EE.UU. ha descendido casi un tercio este año hasta 468.000 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2008.

Esto ha provocado que el país ha logrado reducir ese indicador hasta el 2,3% el año pasado frente al nivel récord del 6% que tenía en 2006. Y esto, en opinión de los gestores de Fidelity implica una mejora considerable de la situación financiera de Estados Unidos que se está viendo reflejada, entre otras cosas, también en el cambio del dólar.

Para Ángel Agudo, gestor de carteras de renta variable estadounidense, “"la revalorización del dólar estadounidense es un reflejo de la fortaleza relativa de la economía estadounidense, que ha recuperado su posición de liderazgo y se ha convertido de nuevo en el motor del crecimiento mundial. Se produce en un momento en el que los bancos centrales en Europa y Japón parecen estar dando pasos para llevar a cabo una devaluación competitiva de sus divisas con el fin de reactivar el crecimiento, y es comprensible que este hecho preocupe a los inversores”.

De hecho, según espera todo el mundo –salvo que el peligro de un cataclismo en los mercados les haga cambiar de opinión- la FED pondrá fin al último QE este mismo mes. Además, el consenso espera una subida de los tipos de interés a mediados del mes que viene.

Unas medidas que contrastan con los procesos de expansión monetaria tanto en Europa, donde se espera una especie de QE a lo Mario Draghi y en Japón, donde continúan con las Abenomics.

Y es que, como recuerdan en Fidelity, la mejora de la economía del país se refrenda con cifras como la del empleo. Según los últimos datos disponibles, en los últimos doce meses se han creado 213.000 cada mes. Entre otras cosas, esto ha permitido un crecimiento del PIB que no se ha visto en los últimos años. De hecho, el propio FMI elevó hace unas semanas sus previsiones para el país. “ de hecho, la cifra prevista del segundo trimestre era una tasa anualizada del 4,6%, la más alta en dos años y medio”, explican en la entidad.



Esto es lo que va a provocar que si no cambian las circunstancias, la divisa estadounidense siga apreciándose en los próximos meses. Como apunta Dominic Rossi, director mundial de inversiones del área de renta variable de la gestora “ a diferencia de lo ocurrido en la década de 2000, nos encaminamos hacia un periodo de fortaleza del dólar. El dólar ha comenzado a revalorizarse recientemente y podría estar perfilándose para un movimiento al alza importante y duradero. Las divergencias en materia de política monetaria animarán a los inversores a repatriar capital hacia activos denominados en dólares, como ocurrió en la década de 1990".

Trevor Greetham, responsable de asignación táctica de activos, afirma que "la fortaleza que ha mostrado recientemente el dólar continúe a medida que la recuperación económica de EE.UU. vaya reforzando las expectativas de normalización gradual de la política monetaria de la Fed. Esto marca un claro contraste con Japón y la zona euro, donde la atención del mercado está centrada en la posibilidad de que se tomen más medidas de relajación cuantitativa", prevé.

En su opinión, los ganadores con un dólar fuerte son los activos estadounidenses, las acciones japonesas y los exportadores a EE.UU.

En concreto creen que ¡los activos estadounidenses deberían beneficiarse de la revalorización de dólar y, para los inversores extranjeros, las ganancias cambiarias pueden aportar un plus de rentabilidad”

¿Por qué Japón? En opinión de los expertos de la firma, el país es el primer destino de las exportaciones japonesas. Una revalorización del cruce USD/JPY mejoraría los resultados de los exportadores japoneses, lo cual a su vez debería impulsar las cotizaciones de la bolsa nipona.

Como es evidente, las empresas que exportan mucho a EE.UU. deberían beneficiarse de la evolución de los tipos de cambio

Además, no hay que olvidar otras variables. Señalan en la firma que las grandes economías como EE.UU., la zona euro y Japón deberían beneficiarse del abaratamiento del petróleo, que está denominado en dólares.

Recuerdan en Fidelity que “el descenso del déficit por cuenta corriente de EE.UU. se ha debido en gran parte a la explosión de la producción nacional de petróleo y gas de esquisto durante los últimos años. Este aumento de la producción ha significado menos dólares con destino al extranjero para pagar las importaciones de energía”.

Por el contrario, los grandes mercados emergentes que exportan materias primas, como Brasil y Rusia, podrían estar más expuestos, junto con los países con grandes déficits por cuenta corriente e importantes cantidades de deuda en dólares. Las monedas emergentes también podrían verse presionadas, aseguran en la firma.

Por último, Ángel Agudo explica que “aunque las multinacionales estadounidenses podrían enfrentarse a más obstáculos que las empresas centradas en el mercado interno en una coyuntura de fortaleza del dólar, habrá que analizar cada negocio individualmente. En lo que respecta a mis carteras, soy consciente de las implicaciones cambiarias para cada valor, pero en general sigo poniendo toda la atención en los fundamentales", concluye.

importaciones netas de crudo




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