O Priceline.com (PCLN), que se ha apreciado casi un 90%. Tampoco se ha quedado atrás F5 Networks (
FFIV) con una subida cercana al 150% y Baidu.com (BIDU) con una rentabilidad del 140%.


Seguramente muchos inversores escucharon en su momento que estas acciones estaban sobrevaloradas y muy difícilmente seguirían subiendo. Al contrario, todas ellas, siguieron en tendencia alcista. Por este motivo, tomar decisiones de inversión, teniendo sólo en cuenta la valoración de una compañía es un juego muy peligroso. Piense: si usted hubiera vendido Netflix porque la cotización hubiera alcanzado su precio objetivo, esa estrategia hubiera supuesto vender la acción por debajo de los 100 dólares, habiendo perdido la subida adicional del 100%.

Los inversores deben de entender que la valoración es un juego de percepción. Nadie sabe con certeza en qué nuevos mercados pensará en entrar una compañía, o si tendrá un éxito mayor o menor del que espera Wall Street. Wall Street nos proporciona expectativas y estimaciones, pero al final del día, siempre hay datos que desconocemos y que nunca podemos prever. Tomemos por ejemplo el caso de Apple (APPL). ¿Podría usted haber previsto hace 10 años que Apple pasaría de la fabricación de ordenadores a la creación de iPods, iPhones y ahora el iPad?

Las grandes compañías se reinventan a sí mismas y encuentran nuevos caminos para seguir creciendo, y de esta manera incrementar sus ingresos y beneficios y así incrementar su valoración en Wall Street. Toman ventaja en aquellos mercados que estaban siendo olvidados o donde había una falta de competitividad, introduciendo en ellos nuevos productos y servicios.

Sólo hay un momento en el que una acción está sobrevalorada, y es cuando esa compañía deja de crecer o deja de entrar en nuevos mercados que ofrezcan un nuevo potencial. Cuando esto ocurre, los accionistas listos cerrarán su posición y se habrá terminado la historia.

Artículo original de Roberto Pedone