En la medida que va pasando el tiempo, se va consolidando la realidad de que el ex supervisor no supervisaba o estaba tan afectado por el virus de la política y sus connivencias y presiones que se olvidaba cuál era su labor principal.

Un caso tras otro, y si nadie lo remedia con el tiempo, irán saliendo todos los que la miopía de la supervisión que se realizaba -si es que se realizaba- a las entidades financieras españolas.

Parece imposible cometer tantos errores de estrategia, contables y de todo tipo por parte de unas personas que se creía que eran reputados especialistas en su trabajo, pero les resultaba imposible supervisar todo aquello que se les encomendada, dando por bueno aquello que las auditoras firmaban.

¿Dónde nace esta irresponsabilidad? Dentro del BdE. Su comisión ejecutiva es el “sumun” del poder y de donde parten todas las directrices que emanan del Consejo de Gobierno de la entidad. Esta comisión la forman: el Gobernador, el Subgobernador y dos miembros designados por el Gobernador (del consejo de gobierno). Asisten otros cargos relevantes de la institución con voz pero sin voto. Estas personas decidieron tomar las acciones que, entre otras consecuencias, provocaron la mayor crisis financiera española y que además hemos pagado los ciudadanos por el rescate de estas entidades quebradas o, mejor dicho, saqueadas por sus directivos responsables.

Parece que Bankia era una cuestión de Estado y había que ejecutarla como fuera, incluso con engaños y estafas.

Poco o nada sabemos de las decisiones tomadas en este órgano de decisión en todos los casos, siendo los más escandalosos BANKIA Y CAIXA CATALUÑA, así como el resto de cajas y bancos rescatados. El secreto rodea todas estas acciones realizadas por el BdE porque sus actas no se publican ni salen a la luz pública, y esto llega a todas las acciones tomadas. El día que se hagan públicas se conocerán muchas de las estafas cometidas por estos órganos decisorios.

El BdE es el colaborador necesario para todas los fiascos
, al igual que lo es la CNMV, y sus responsables son a los que hay que pedir cuentas de lo realizado y del coste que ha supuesto para todos los ciudadanos.

La arbitrariedad con la que se trabajaba se da por hecho cuando no se sale en su defensa de una manera firme , sino que se limita el BdE a publicar un laxo comunicado que no dice nada y deja las cosas con una incertidumbre peor de lo que estaban, por que alimenta aun más si cabe el despropósito.

Pocos días después de la salida a bolsa de BANKIA, los inversores institucionales vendieron sus acciones para recuperar lo invertido por presiones en esta operación dejando a los pequeños inversores que perdieran todo lo invertido.