Esta tendencia al alza en Europa no se vio afectada por el voto negativo del referéndum italiano dado que ya había sido ampliamente descontado por los inversores. El nuevo presidente de Estados Unidos ha alentado las esperanzas de nuevos estímulos económicos, pero en términos generales creemos que los datos económicos ya estaban apuntando a una mejoría en la economía antes de las elecciones. Y esta tendencia se ha confirmado desde entonces. Por ejemplo, el Índice de Sorpresa Económica de Citi, que contempla las mayores economías mundiales, está de nuevo en máximos históricos. Esto respalda la teoría de una recuperación económica global en los próximos meses.


Los mercados ya han descontado importantes mejores económicas por lo que hemos aumentando nuestra ligera sobreponderación en renta variable, dividida entre Europa y Estados Unidos.
A pesar de la buena rentabilidad que han conseguido últimamente los valores cíclicos, los financieros y los títulos valor, la recuperación en ambas zonas no ha terminado todavía a juzgar por las valoraciones relativas. Por tanto, esperamos que esta tendencia continúe.

En cuanto a los valores defensivos, preferimos el sector sanitario, y en particular las compañías biotecnológicas y de seguros médicos. El sector se había visto afectado en un primer momento por la posibilidad de que si Hillary Clinton ganaba las elecciones, iba a aprobar reformas más restrictivas. Y cuando Donald Trump fue elegido, sufrió por la gran rotación hacia los nombres cíclicos. El sector cotiza con importantes descuentos incluso aunque las perspectivas de beneficios son más elevadas que para la media del mercado. Asimismo, también podríamos asistir a un resurgir de las operaciones corporativas en el sector. Todo esto nos lleva a adoptar un enfoque por estilos y sectores, sobre todo en el mercado americano, dado que nos ayuda a encontrar oportunidades.

Europa es una región interesante habida cuenta de que los inversores continúan todavía fuera del mercado. Mantienen una actitud vendedora, seguramente debido a la intensa agenda política que Europa tiene por delante en 2017. Sin embargo, esta cautela supone una fuente de oportunidades: mientras los riesgos políticos no estallen este año, Europa está claramente en un mejor posición para beneficiarse de la recuperación global y de la apreciación del dólar, sobre todo dado que el BCE mantendrá su postura acomodaticia.

Por su parte, para nuestras inversiones en bonos seguimos prefiriendo Europa. El BCE aclaró su posición en su última reunión de política monetaria aportando visibilidad sobre la probabilidad de que sus medidas acomodaticias se prolonguen durante varios meses e invitándonos, de esto modo, a confirmar nuestra sobreponderación en Europa

En este momento nos centramos en bonos high yield y en deuda subordinada financiera. El high yield se beneficiará de unos buenos fundamentales corporativos y de la coyuntura de la economía europea. Por su parte, la deuda subordinada financiera debería beneficiarse de su capacidad para ofrecer rendimientos ahora que los temores que han afectado a todo el sector, tanto en Italia como en Alemania, parece que han disminuido o incluso han desaparecido. Los riesgos en el mercado de bonos estadounidense son ahora más simétricos y esta es la razón por la que pusimos fin a nuestra infraponderación en bonos del

Tesoro americano el mes pasado.

Seguimos siendo neutrales en cuanto a la exposición al dólar estadounidense después de haber tomado beneficios el mes pasado por motivos de construcción de la cartera. Tras su última apreciación, tanto el dólar como los mercados de renta variable podrían verse afectados por una decepción sobre la tendencia reflacionaria en curso en Estados Unidos. Y nuestras carteras ya están sobreponderadas en renta variable.
 
Benjamin Melman, Director de Asignación de Activos y de Deuda Soberana en Edmond de Rothschild AM (France)