En este sentido, la actividad principal de Banco Popular
registró un beneficio de 817 millones en los nueve primeros meses de 2016, mientras que el negocio inmobiliario y asociado generó unas pérdidas acumuladas de 723 millones euros


El objetivo de esta división es que una parte de la organización esté centrada en la generación del negocio rentable y recurrente; y la otra, en la reducción de activos no productivos y en la rentabilización del negocio inmobiliario corriente.  

En cuanto a los resultados consolidados de Banco Popular, como ya había anunciado la entidad en la ampliación de capital y con el fin de acelerar el ritmo de desinversión de activos no productivos y potenciar así las fortalezas de su negocio principal, el banco ha destinado la totalidad del beneficio del segundo y tercer trimestre a provisiones extraordinarias. Al anticipar dichas provisiones, en el tercer trimestre estanco, al igual que en el segundo, el beneficio reportado ha sido cero, por lo que el beneficio neto acumulado hasta septiembre es de 94 millones de euros, un 66,1% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior.   
 
En cuanto al análisis de la cuenta de resultados, el margen de intereses experimenta un descenso del 6,3% respecto a los nueve primeros meses de 2015, alcanzando los 1.580 millones de euros. Esta variación se debe al impacto por la eliminación de las cláusulas suelo y a la menor aportación de la cartera de renta fija. Sin embargo, la actividad puramente relacionada con la banca comercial continúa a un ritmo muy fuerte. 

A efectos de comparar la evolución de las comisiones por servicios con el resto del sector, es necesario añadir los resultados de las alianzas a las comisiones directamente percibidas por el banco. Así, los ingresos procedentes de las empresas participadas y de las comisiones han alcanzado los 494 millones. Por su parte, el ROF es de 295 millones euros.  

De esta forma, el margen bruto se sitúa en 2.348 millones, un 12,2% menos que en 2015.  

Banco Popular balance


Las medidas adoptadas continúan dando sus frutos y, hasta el mes de septiembre, Popular ha rebajado un 1,9% los gastos y amortizaciones respecto a los nueve primeros meses de 2015. Cabe destacar que tras el proceso de reestructuración que actualmente está realizando el banco, a partir de 2017, se producirán unos ahorros anuales de aproximadamente 175 millones euros. 

Por su parte, el margen típico de explotación se sitúa en 1.093 millones euros, un 21,6% menos que en 2015.  

Tras este último margen de la cuenta de resultados, Popular constituyó provisiones netas por importe de 1.021 millones euros, de forma que el  beneficio neto ordinario del segundo y el tercer trimestre estanco sea cero. Por tanto, el beneficio neto acumulado hasta septiembre de 2016 corresponde únicamente al del primer trimestre, es decir, 94 millones euros, lo que supone un 66,1% menos que en los primeros nueve meses de 2015.   
 
La actividad del Negocio Principal, centrada en la especialización por producto y segmento, así como en una gestión integrada del cliente, se focaliza en la rentabilidad de las nuevas operaciones. De esta forma, Popular aumenta en 22 p.b. el tipo medio de contratación del crédito, hasta el 2,87%, manteniendo un diferencial de 29 p.b. con el tipo medio del sector. Al mismo tiempo, disminuye en 8 p.b. la retribución del pasivo a plazo, que se sitúa en el 0,25%. Gracias a la fortaleza en autónomos, pequeñas y medianas empresas, y a la rentabilidad que aportan los negocios especialistas, Popular sigue a la cabeza del sector en margen de intereses.