Aunque eran muchas las voces que advierten que esta reunión del BCE daría pocos “titulares bomba”, de esos que dejan al mercado knoqueado
, lo cierto es que el organismo que preside Mario Draghi ha tomado las riendas y ha decidido bajar el precio del dinero así como la facilidad de depósito, hasta el -0.20%. Por otra parte, la facilidad de préstamo se reduce también en diez puntos básicos, hasta el 0.30%. Medidas que entrarán en vigor el próximo 10 de septiembre. 

En la rueda de prensa posterior,  Mario Draghi, presidente del BCE ha confirmado que la entidad implementará un programa de compra de bonos y que tendrá un gran impacto. El organismo ha anunciado un programa de compra de activos financieros (ABS  y Cédulas hipotecrias), tal y como se ha especulado. Una decisión que, según el presidente del organismo, ha sido tomado por unanimidad, que "tendrá un gran impacto" y de la que se anunciarán más detalles el próximo 2 de octubre. 

"Si atendemos al hecho de que la bajada de tipos (refi al 0.05% y depo en -0.20%) ha venido acompañada de una ligera revisión a la baja (una décima en el PIB`14 y `15) en las expectativas macro, nuestro estratega de trading argumenta que no necesitaremos ver muchos datos negativos adicionales para ver un QE de bonos soberanos adicional al programa de compra de ABSs/bonos garantizados que empezará en Octubre", explican en Morgan Stanley.

Estas medidas, más el TLTRO, tendrán un importante impacto en el balance de la entidad, que ve importantes diferencias en la dinámica entre la política monetaria de los principales bancos centrales.  Preguntado por el tamaño del programa, Draghi ha explicado que es difícil predecir el tamaño exacto pero primero quieren estar seguros de que la aplicación del programa de compras ABS va a incrementar el crédito.   

Además, el mandario del BCE  quiere asegurar a los bancos que los tipos no bajarán más que para asegurar su participación en las TLTROs, operaciones condicionadas de financiación a largo plazo. 

Recorta las previsiones de crecimiento

El organismo ha recortado las previsiones de crecimiento para 2015 aunque las ha subido para 2016. Eso sí, en el año actual la previsión de crecimiento baja hasta el 0.9%, desde el 1% precio.  En concreto, baja hasta el 1.6% sus expectativas de crecimiento para 2015 - desde el 1.7% previo- en tanto que para 2016 prevé un crecimiento del 1.9%, una décima más respecto a las anteriores previsiones. Unas expectativas que están basadas en unos niveles de desempleo “altos” que podrán frenar la recuperación. Y no sólo el desmpleo, los ajustes de balance en el sector privado y público o la restricción del crédito suponen riesgos a la baja para el crecimiento. Sobre los riesgos geopolíticos, confirma Draghi, también pueden tener un impaco económico negativo. Sin embargo, ha insistido en que los gobiernos deben implementar medidas estructurales. Tienen que crecer y para eso tienen que reducir el desempleo, pues ninguna medida de política monetaria funcionará sin eso. 

Los últimos datos conocidos en la Eurozona – básicamente una inflación que podría caer en el mes de agosto en tres décimas, desde las cuatro décimas que cayó en julio – podrían hacer que el organismo tome algún tipo de medida al respecto pues, aunque su objetivo es mantener la inflación por debajo del 2%, en numerosas ocasiones ha advertido que por debajo del 1% se encuentra en “zona de peligro”. Draghi ha explicado que "Nuestro mandato es mantener la inflación por debajo del 2%. Al final de 2011 estaba por debajo del 3%, ahora mismo…ya saben. Tenemos que cumplir con nuestro mandato. Es nuestra obligación". El mandatario del organismo ha reconocido que las expectativas de la inflación semantienen en el 0.6%, por debajo del 0.7% pronosticado anteriormente. 

Flujos de crédito y bajos tipos de interés

Es en base a los últimos datos conocidos en agosto - tanto de PIB como de inflación - por lo que se han tomado medidas. Su prioridad es la de "completar y favorecer las medidas tomadas en el mes de junio". Sin embargo ha insistido en la necesidad de contar la verdad sobre las perspectivas del BCE. "No vemos deflación. Aunque prevemos un período largo de inflación muy baja, lo que podría conllevar un riesgo de desanclar las expectativas de inflación". 

Dicen los expertos de Morgan Stanley que “el programa inicial, si llegara, sería de aproximadamente 500.000 milones de euros para comprar bonos soberanos con vencimientos de 3 y 10 años y sin esterilizar la liquidez que generaran las compras – para que el exceso de liquidez empujara también la rentabilidad de la parte corta de la curva a la baja- .