BANCO SANTANDER
La entidad presidida por Emilio Botín está mostrando este año una fuerza estoica. Superior a la de su gemelo BBVA que, precisamente el ejercicio pasado le miraba por encima del hombro. Santander acumula en estos meses un 12% de revalorización, frente a la minusvalía del 0,37% que registra BBVA. Ahora bien, el Santander ha corrido mucho y muy deprisa en tan poco tiempo y se encuentra con una tremenda resistencia que los expertos advierten que le costará superar. Y, es que, no es para menos, pues está a tan sólo un 10% de sus máximos históricos en los 8 euros –precio descontados dividendos-. Ahora bien, el valor no ha dejado de ser alcista en el último año, respetando la directriz que parte de los mínimos de julio y que a corto plazo le tendría que llevar por encima de los 7,50 euros, zona donde tiene una resistencia intermedia en su camino hacia los máximos anuales en los 7,72 euros. Por encima de este nivel el valor volaría a los referidos máximos históricos. ¿Cómo actuar cuando Santander estuviera otra vez en la cima? lo más precavido sería deshacer, al menos, parte de la posición hasta esperar a ver que supera los 8 euros con solidez y holgura. (Ver: Apúntese a nuestras alertas de cambio de ciclo bursátil)

santander



REPSOL
Las razones por las que su recorrido está limitado son las mismas que en el caso del Santander: la cercanía a sus máximos históricos. Repsol actualmente cotiza a un 6% de sus máximos históricos en 19,62 euros y, para más INRI, la fortaleza demostrada este año es mínima, pues acumula una revalorización que ni siquiera alcanza el punto porcentual. A corto plazo, además, está desarrollando un movimiento bajista que podría llevarle a descansar a los 18 euros. De hecho, ha perdido la directriz alcista de medio plazo (surgida de la aceleración de la directriz alcista de largo plazo). No obstante, mantiene la directriz de largo plazo que nació hace un año y que aporta un soporte relevante