Si bien en los mercados hemos visto que la secuencia histórica puede no cumplirse, tal y como hemos visto claramente con el mes de septiembre que se salda a uno y otro lado del Atlántico claramente en positivo para el que, recordemos, es año tras año, el peor mes en el que se comportan las bolsas de todo el ejercicio, lo cierto es que tener en cuenta los datos pasados o precedentes, nos pueden dar una pauta de lo que puede suceder en el futuro. 

Dicho esto, lo cierto es que los máximos históricos, por encima del 220% marcados por el conocido como 'Indicador Buffett', es una señal que muchos consideran, sino de alarma, sí de clara advertencia de lo que está pasando en los mercados financieros. 

Este indicador se calcula como ratio en la división que coloca el valor de todas las empresas que cotizan en Wall Street, el denominado Wilshire 5000 por el PIB de Estados Unidos.  Al comparar el tamaño del mercado bursátil con la producción económica general, esta relación proporciona información sobre la valoración relativa del mercado.

Y se hizo famoso cuanto el todavía responsable de Berkshire Hathaway señaló, allá por 2001, que era "probablemente la mejor medida individual de la situación de las valoraciones en un momento dado", lo que viniendo de Buffet era un más que valor añadido. 

Como destacan en la CNBC, Warren Buffet indicó que “si la relación porcentual cae al 70% u 80%, es probable que comprar acciones te funcione muy bien”, después de que el indicador se acercara al 150% el año anterior durante la burbuja puntocom. “Si la relación se acerca al 200%, como ocurrió en 1999 y parte del 2000, estás jugando con fuego”.

Y ese fuego es el que brota en estos momentos en Wall Street para preocupación de algunos inversores. Incluso niveles, muy elevados en otros momentos, más allá de la crisis de 2000, en la pandemia, en 2021, el indicador se colocó en el 190%. 

Además de este indicador, hay otros que muestran niveles similares. La relación precio-ventas del S&P 500 subió recientemente al 3,33%, un máximo histórico, según Bespoke Investment Group. A modo de comparación, el pico de las puntocom en el año 2000 alcanzó un máximo de 2,27 y el auge pos-COVID alcanzó 3,21 antes de que las valoraciones se enfriaran.

Los niveles actuales del mercado americano se deben a dos factores fundamentales. El primero es el repunte, desde la recuperación tras los mínimos de los aranceles en el mes de abril de las Big Tech, que lleva a capitalizaciones hasta hace bien poco inesperadas: 4 billones y medio NVIDIA en sus alianzas continuas respecto de la IA, la inteligencia artificial, Apple y Microsoft con 3,8 billones de valor bursátil en el mercado y un Alphabet-A que roza ya los 3 billones. 

Pero, los alumnos aventajados también han ayudado en el empeño: entre ellos el nuevo 'magnífico' para muchos,  Broadcom, así como el resurgir de Oracle, con Larry Ellison elevando su fortuna o Intel que renace de los infiernos de los semiconductores. 

El segundo, mientras esperamos los resultados que nos pueden marcar el futuro en las inversiones de la IA, es la expectativa de que el ciclo de bajadas de tipos en Estados Unidos se consolide. A pesar de la actitud de Powell de focalizar los recortes y perimetrarlos a dos este año y solo uno en 2026, lo cierto es que el mercado espera más, y uno de inmediato, a finales de octubre. Y con un actor a tener en cuenta: en mayo termina la era Powell y Trump quiere elevar a la silla presidencial de la Fed a un convencido de los tipos bajos y rodearlo de gobernadores ad hoc para esta tarea. 

De momento, en el caso de la destitución de la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, tendrá que esperar, ya que el Tribunal Supremo de EE.UU ha impedido al presidente sustituirla. La orden del alto tribunal aplaza la decisión hasta una posterior sentencia y fija la vista del caso para escuchar los argumentos orales para el 26 de enero.

De esta forma las expectativas de ahora mismo dentro del seno de la Reserva Federal, cambiarían por completo a medio plazo, a solo ocho meses vista. De lo demás se encargará tanto la inflación como la evolución del mercado de trabajo y, por supuesto, la evolución económica del país. 

Habrá que esperar y ver la evolución de Wall Street, pero la cautela, en estos momentos de mercado, junto con la diversificación y el hecho de ser selectivos, es más ahora que nunca, un grado.