Abengoa ha comunicado a la CNMV que a partir de ahora el presidente, José Domínguez Abascal, concentrará todo el poder ejecutivo de la compañía. Una decisión que se ha tomado tras la renuncia del consejero delegado de Abengoa , Santiago Seage.

El ex consejero delegado, que lleva en la compañía apenas seis meses ha dimitido para pasar a ser en exclusiva director general de la filial americana de la cotizada, Abengoa Yield. Además, también ha renunciado al puesto de vicepresidente primero.

Precisamente fue Seage el encargado de anunciar a la comunidad inversora el plan de reestructuración y de recapitalización de la compañía en el que se daba la entrada al grupo Gestamp.

Con el cambio de hoy la empresa se queda sin consejero delegado y pasa a tener un único vicepresidente, Antonio Fornieles Melero, y Joaquín Fernández de Piérola Marín pasará a ser consejero ejecutivo.

Abengoa también ha nombrado director General de la Sociedad a Joaquín Fernández de Piérola Marín “con las facultades que expresamente le atribuya el Consejo de Administración sin que tenga, por ello, la condición de Consejero Delegado”, explica la empresa en el comunicado.

Precisamente hoy la empresa ha comunicado a la CNMV que el miércoles había solicitado el preconcurso de acreedores, aunque la noticia ya se había filtrado a los medios en la tarde de ayer. La notificación llega después de que la compañía haya perdido en bolsa más del 70% y se haya decidido, por acuerdo del CAT, excluirla del Ibex35.

Ahora la compañía tendrá tres meses – ampliables a cuatro - para alcanzar un acuerdo de refinanciación con la banca. Un período del que tendrá que salir un convenio que evitará entrar en concurso de acreedores, que dejaría a la compañía en liquidación y supondría la mayor quiebra de la historia de nuestro país.

Se estima que la compañía dejaría un "agujero" de 7.000 millones de euros aunque hay expertos que fijan una deuda de 9.000 millones para la compañía. Ayer la propia compañía pidió a los bonistas que formen un comité para facilitar reuniones y señaló que la situación da motivos para que los bonistas se organicen y las reuniones se hagan de forma más eficiente. En total, Abengoa cuenta con 2.840 millones en siete emisiones de bonos en euros y otras cuatro de 1.679 millones en dólares, lo que elevaría a 4.420 millones de euros su deuda en este formato. Una deuda que tendría un vencimiento promedio de 2,97 años y con un cupón del 7,43%.



Los bonistas, entre los que figuran nombres coo BlackRock, Sothic Capital o Pimco, habrían empezado a negociar ya directamente con la compañía, porque después es más complicado hacerlo con el administrador con el administrador concursal de turno, informa esta mañana Expansión. Sin embargo, las negociaciones serán duras debido al comportamiento de cotización de estos bonos.

De hecho, los títulos que vencen en marzo de 2016 por importe de 500 millones es han hundido más del 40% hasta cotizar con un descuento del 77%. A lo que se une la revalorización de los CDS, seguros de impago, por encima de los 3.000 puntos, lo que indica una situación de alto riesgo. Una situación que ha provocado que hay varios fondos buitres sobrevolando Abengoa, según fuentes financieras, aunque todavía es pronto pues no se ha producido ningún impago todavía.

Ahora, eso sí, la estadística no es muy favorable cuando se habla de compañías que han solicitado el preconcurso de acreedores en nuestro país: el 90% de las que lo han solicitado, han terminado en concurso de acreedores.

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