El impacto de esta caída se está notando a lo largo de toda la cadena de valor del café, desde las plantaciones en Brasil y Colombia hasta los tostadores y minoristas que buscan adaptarse a un entorno más volátil.
En cuestión de semanas, los precios del café arábica han pasado de máximos de varios años a cotizar en niveles no vistos desde finales de 2024. Los expertos afirman que detrás de esta situación están factores como la previsión de una cosecha récord en los principales países productores, la presión de la demanda y la evolución del clima en las zonas cafeteras.
Una caída significativa en los precios del café
En las últimas semanas, el mercado internacional del café arábica ha caído hasta situarse en torno a los 280 centavos de dólar por libra, marcando así su nivel más bajo en más de siete meses.
Esto supone un descenso notable desde los 400 centavos que se pagaban a finales de abril, o incluso los 430 centavos alcanzados en febrero. Este ajuste está estrechamente ligado a las expectativas de un aumento considerable de la oferta mundial.
La variedad robusta, por su parte, ha sufrido una caída aún más pronunciada. Actualmente cotiza en torno a los 3.460 dólares por tonelada, cuando a principios de año superaba los 5.800 dólares. Este descenso tan marcado ha incrementado la diferencia de precio entre ambas variedades, favoreciendo un cambio en las preferencias de compra de algunos importadores que empiezan a optar por robusta, más asequible en este contexto.
La influencia de la cosecha brasileña
Los analistas coinciden en que uno de los principales factores que explican esta corrección es el ritmo de la cosecha en Brasil. Aunque los productores de la mayor cooperativa del país han informado que la recolección va algo más lenta que el año pasado, las estimaciones oficiales apuntan a un volumen global récord.
La autoridad agrícola brasileña estima una cosecha cercana a los 55,7 millones de sacos, lo que representa un aumento del 2,7% respecto al año anterior.
La situación no se limita solo a Brasil. Según los expertos afirman, Vietnam, Indonesia y Etiopía también prevén incrementos importantes en sus cosechas, lo que ha elevado las previsiones globales a un récord histórico de 178,7 millones de sacos para este año.
Esta abundancia de oferta está provocando un ajuste natural en los precios, aunque la calidad de las cosechas, especialmente la arábica brasileña, genera algunas incertidumbres debido a las condiciones meteorológicas irregulares durante la maduración.
Incertidumbres en la calidad y producción
En las fincas brasileñas se han observado problemas relacionados con la caída prematura de cerezas arábica al suelo antes de la recolección, lo que podría afectar tanto la calidad final como el volumen total de la cosecha. Por su parte, en Colombia también se espera una reducción en la producción de arábica, lo que podría actuar como contrapeso a la tendencia bajista, al menos en el segmento premium del mercado.
Otro aspecto destacado por los expertos es el sobreprecio que el arábica mantiene sobre el robusta, que se ha incrementado notablemente en los últimos meses, llegando a superar el 80% de diferencia. Este fenómeno no se había visto desde hace más de dos años y está provocando un reajuste en las decisiones de compra de algunos grandes compradores que optan por robusta para contener costes.
Entonces, ¿qué pasará en los próximos meses?
En términos más generales, los expertos afirman que las perspectivas para el mercado del café en la segunda mitad del año dependerán en gran medida de la evolución real de las cosechas y de los patrones climáticos en las principales regiones productoras.
Si bien la abundancia de oferta sugiere que los precios podrían seguir bajo presión, la persistente escasez relativa de café arábica de alta calidad podría limitar un desplome aún mayor.
Por ahora, la industria se enfrenta al reto de gestionar la volatilidad y adaptarse a un entorno de precios más bajos.