Según informa El Confidencial, se trata de GSO, el fondo buitre de Blackstone, y Apollo, quienes han comprado la mitad de la deuda de Portland, valorada en unos 500 millones de euros.
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Al parecer, el primer pago del préstamo sindicado de 50 millones de euros no pudo ser atendido por FCC el pasado mes de junio, aunque Portland consiguió que la banca le permitiese negociar hasta el 30 de septiembre.
La publicación digital afirma que, a partir de ahora, cualquier plan de pago deberá contar con el visto bueno de Apollo y Blackstone, que ya es prestamista de FCC. El movimiento de los fondos “ha provocado un enfado mayúsculo en la sede” del grupo controlado por Esther Koplowitz.