La compañía tecnológica está viviendo un proceso de cambios, más aún, teniendo en cuenta el anuncio de que Steve Ballmer no continuará siendo el CEO de la empresa en 12 meses. La marcha de Ballmer, lejos de sentirse como una noticia negativa en los mercados y en la cotización de Microsoft, ha supuesto un revulsivo importante llegando a disparar a la compañía hasta un 7% en Wall Street.
Microsoft está renovándose y navegando hacia nuevas metas. El reciente anuncio de la marcha de
Steve Ballmer, que dejará la compañía durante los próximos 12 meses, ha sido un soplo de aire fresco para los inversores. La compañía anunció esta noticia a través de un comunicado en su página web en la que el hasta ahora CEO de la empresa resaltó que
“nunca hay un momento idóneo para poner en marcha este tipo de transición, pero ahora es el momento adecuado”.
Además, Microsoft está envuelta en nuevos proyectos que podrían suponer para muchos expertos un impulso en los mercados.
El próximo lanzamiento de Xbox One, en el que han apostado muy fuerte para hacer frente a Sony, es uno de los revulsivos que tienen previsto para las próximas fechas. Concretamente, para los analistas de Morgan Stanley es un momento muy bueno para sobreponderar las acciones de Microsoft, dado que además
la consultora IDC estima que las ventas de esta nueva videoconsola podrían aumentar un 15% en el próximo año. En este contexto, los
Indicadores Premium de Estrategias de Inversión otorgan a Microsoft una
puntuación de 6 en una escala del 0 al 10 y consideran que se encuentra en fase de consolidación.
Estos indicadores señalan que, aunque la tendencia a medio plazo es bajista, la tendencia a largo plazo es alcista y además, la volatilidad es decreciente.