Por tanto, hay que tener en cuenta que el 'efecto desánimo' ha sido otra de las variables que han causado un fuerte descenso de la población activa en nuestro país en los últimos años.
Según las conclusiones del informe elaborado por el INE, el desánimo ha hecho más mella entre los mayores de 55 años. En esta franja de edad, los desanimados han pasado de 145.000 en el primer trimestre de 2011, a 195.700 en el primer trimestre de 2014, esto implica un aumento del 35%. En contraposición, entre los jóvenes ha descendido el número de desanimados en estos tres años, salvo en la franja de 25 a 29 años, donde ha subido un 2,5%.