Cuando nadie lo esperaba, Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, hizo la presentación de su proyecto de reforma fiscal y eso ha hecho que las compañías estadounidenses recobren el ánimo. Wall Street sigue batiendo máximos y no teme a unos resultados  que, si decepcionan, podrían  ser usados como excusa para una corrección, o al menos para que los inversores se tomen un descanso.

De hecho, la aparente complacencia de los mercados es tal que el S&P 500 ha subido un 3,6% en el último mes, lo que supone la mejor pretemporada de resultados de los últimos cinco años y a eso a pesar de las revisiones a la baja de los beneficios que se han producido en Wall Street.

Los datos que maneja nuestro departamento de análisis son las estimaciones publicadas por S&P Dow Jones Indices. Este consenso espera que el beneficio por acción de las empresas del S&P 500 crezcan un 18,49% en acumulado anual y las ventas crecerían un 5,28% en este periodo.

Se trata del cuarto trimestre consecutivo de crecimiento simultáneo en las dos grandes cifras extendido a la inmensa mayoría de sectores.

Como explica Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de Inversión, “se espera una buena temporada donde se aumente el momento positivo y las sorpresas favorables deberían predominar favorecidas por la habitual revisión a la baja de estimaciones”. Lo mejor estará en multinacional del sector tecnología y salud

Sin embargo hay que mirar el lado menos positivo; esa rebaja de estimaciones realizadas se ha debido al impacto de los huracanes que se produjeron el mes pasado en Estados Unidos.  Y aún así los mercados han decidido ignorar estas noticias, los comentarios sobre Corea o lo que está sucediendo en Cataluña.  Esto, de nuevo, ha llevado a los mercados a unas valoraciones que muchos expertos consideran elevadas.

 

 

Fuente: Bloomberg

Todas y cada una de las 11 industrias del mercado americano ha sufrido revisiones a la baja. Los peores sectores durante el trimestre serían las aseguradoras por los costes de los huracanes y los fabricantes de autmóviles y las aerolíneas también se verían impactados por la misma razón.

De hecho, David Kostin, estratega de Goldman Sachs cree que “los inversores van a ignorar la desaceleración de los beneficios por acción para fijarse en los beneficios que podrían obtener por la reforma fiscal”.

Por si fuera poco, otras firmas como Morgan Stanley y Bank of America Merrill Lynch creen que los inversores ya están anticipándose con compras a la posibilidad de que las empresas batan las estimaciones –que suelen estar bajas a propósito-.  En Bank of America Merrill Lynch señaran que la debilidad del dólar va a beneficiar a las grandes corporaciones americanas.

La mayor parte de las firmas de análisis son optimistas de cara a la publicación de resultados y no crean que pueda ser la causa de una corrección.