Dentro de los últimos planes de la UE que persiguen la reindustrialización del continente, las inversiones se concentrarán en proyectos de infraestructuras de transporte, I D, banda ancha, energía y la apuesta por la industria.
Al tratarse de un plan público-privado, no supondrá un aumento de la deuda, sino que se financiará recurriendo a los fondos estructurales europeos y los instrumentos del Banco Europeo de Inversiones, tal y como ha confirmado el propio Juncker.