En una nota que han enviado a sus clientes, los expertos de J.P. Morgan han afirmado que “de momento, no hay nada que haga pensar que las caídas de los últimos días son el principios de una fuerte corrección, y como mucho, recuerda por ahora a una de las 5 mini-correcciones del en torno al 5% que la renta variable global ha tenido desde que termino la de verano del 2012 (crisis deuda Europa)”, asegura.


En concreto, los expertos de la firma apuntan que “ninguna de las recientes noticias sobre Israel/Gaza, Rusia/Ucrania,
Argentina o Banco Espírito Santo parecen tener la capacidad de contagio de momento, y mientras tanto los resultados empresariales en Europa y Estados Unidos muestran crecimientos de beneficios del más del 10% en el segundo trimestre de 2014 frente al segundo trimestre del año anterior”, apuntan.

Recuerdan en la firma que en Estados Unidos ya ha publicado un 73% de las cotizadas del S&P 500. De esa cantidad, un 77% ha presentado un beneficio por acción mejor de lo que estimaba el consenso, con una sorpresa media del 5%. Señalan también que el anterior trimestre el crecimiento interanual del beneficio por acción fue de un 10%.



En la firma apuntan que sin catalizadores en las próximas semanas el S&P500 podría volver a instalarse en el rango 1950-1980 puntos. En la firma añaden que “según nuestros analistas técnicos el soporte para este agosto en el S&P500 es 1.902 puntos –máximos de mayo-, y luego vendrían lo que ellos consideran la “buy zone” que sería la zona 1.844-1.854 puntos”, explican.

Además, creen que “con el beneficio por acción previsto para los próximos doce meses en 127 dólares que tiene el consenso para le S&P500, y los 1.930 puntos actuales, estaría a un PER de 15,2 veces, que es justo la media histórica, desde los 15.6 veces a los que llego hace un par de semanas”.

En concreto los analistas de J.P. Morgan señalan que “en la zona de los 1.850 puntos compraríamos en un PER de unas 14,5 veces, con una caída del 7% desde el máximo de 1.990 puntos. El problema como siempre es que no tenemos ninguna garantía de que la corrección llegue a esos niveles de compra, y nuestros estrategas prefieren quedarse largos cuando no parece que haya habido ningún cambio en los fundamentales del mercado para justificar la corrección”, aseguran en la firma.