Indra se ha convertido en una de las acciones más penalizadas del Ibex 35 este año.
Sus títulos han pasado, de cotizar al borde los máximos históricos, a ceder a niveles de mediados de 2012. Lo peor de todo es que no parece haber solución en el medio y corto plazo.

Como nos alertan nuestros indicadores técnicos, el precio de Indra cotiza muy por debajo de su media móvil de 40 sesiones, lo que le confiere tendencia bajista de medio plazo, a menos que supere los 10 euros, pero para ello Indra tendría que pegar un salto del 30%.

Igualmente,
a largo plazo la tendencia es marcadamente bajista, pues el precio también se coloca muy por debajo de la media de 200 sesiones. De hecho, para recuperar el tipo a largo plazo, Indra tendría que revalorizarse un 56% y colocarse por encima de los 12 euros.

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La tarea de recuperar los citados niveles de relevancia, tanto a medio, como a largo plazo, se convierte en una tarea casi imposible, pues el momento es negativo, la volatilidad creciente y el volumen en las caídas ha ido en aumento.

Por tanto, Indra es más una acción para ponerse cortos que para comprar. De hecho, Roberto Moro, de Apta Negocios, afirma que “actualmente podría caer hasta los 5,60 euros. Una auténtica barbaridad de caída. De hecho, tiene otro soporte en los 7,10 euros, pero podría no funcionar”. De caer a 5,60, Indra volvería al origen del movimiento alcista que experimentó desde agosto de 2012 y abril de este año.