Todo sucedía hace ya casi un año. El 21 de septiembre de 2015 la industria de la tecnología en bolsa comenzaba a tambalearse desde sus propios cimientos. Todo porque la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, lanzaba un aviso a navegantes: los precios de muchos medicamentos eran excesivos y si ella gana las elecciones este año hará todo lo posible para controlarlos.

Desde luego se trata de una seria amenaza para gran parte de la industria farmacéutica, pero más para las empresas biotecnológicas que en muchos casos fían el resultado de sus negocios a unos pocos medicamentos, en muchos casos para enfermedades poco frecuentes. Las palabras de Clinton se produjeron en un momento poco propicio, cuando las valoraciones de las compañías del sector se habían disparado después de que la biotecnología llegase a subir casi un 300% en solo cinco años. Muy por encima de lo que lo había hecho la bolsa en general.

Sin embargo desde que Hillary Clinton habló hace ahora casi un año el sectorial se deja casi un 20% y eso que los últimos meses han sido especialmente positivos. Desde que el pasado 27 de junio los mercados de Estados Unidos comenzaran a su escalada este verano, las biotecnológicas han sido uno de los índices que más han subido.



Precisamente hace solo unos días, el estratega de Morgan Stanley, Adam Parker explicaba que la industria es una de las más atractivas en el escenario de Wall Street. Hay que tener en cuenta que si el S&P 500 sube algo más de un 6% en el ejercicio, el sectorial cae más de un 11%.  Tras estos movimientos el PER de la industria se ha reducido hasta casi 30 veces beneficios
. A pesar de este movimiento a la baja, el sector cotiza a múltiplos mucho más atractivos en el resto del mundo que en Estados Unidos.



No hay que olvidar que de las más de 170 compañías que cotizan en Estados Unidos dentro de este sector solo 25 presentan en estos momentos.  Salvo algunos casos de valoraciones elevadas el PER suele rondar entre las 15 y las 20 veces.

Y es que desde que comenzó el ejercicio solo hay grandes biotecnológicas que suben este año en bolsa y que tienen recomendación de compra o de sobreponderar: Amgen, Biogen e Incyte.



Si hacemos caso a los analistas de Morgan Stanley deberíamos fijarnos en las este tipo de empresas en EE.UU. habría que tener en cuenta cuál es el potencial que aun mantienen en bolsa tras la fuerte subida de los últimos años.

Los datos de Facset son claros, la compañía que tiene una mayor diferencia porcentual entre el precio objetivo que le marca el consenso y el precio en el que cotiza es Alexion que todavía podría subir alrededor de un 41%.

Tras ella veríamos a Gilead, que tiene un potencial de revalorización de más de un 38%. La que ya habría culminado todo el proceso de subida sería Illumina, que cotiza un 7% por encima del precio objetivo que marca el consenso.



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