Las reglas de la Reserva Federal, de la Federal Deposit Insurance Corp (FDIC) y de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) son parte de una serie de reformas destinadas a hacer a los bancos más resistentes y capaces de soportar otra crisis económica.
Las normas de liquidez, que requieren que los grandes bancos sean capaces de mantener activos líquidos suficientes para cubrir sus necesidades de efectivo durante 30 días, son un pilar fundamental del acuerdo internacional conocido como Basilea III. Su objetivo es asegurar que las entidades tengan activos fáciles de vender con el fin de que puedan cumplir con los retirada de efectivo de los clientes.