La 5ª edición del Salón del Inversor, organizado por Estrategias de Inversión y Renta 4 comenzó con un mensaje optimista de la situación del mercado español y las grandes oportunidades de la bolsa española para 2026. La mesa inaugural estuvo moderada por Silvia Morcillo, Directora de Estrategias de inversión y contó con la participación de María Mira, MFIA analista fundamental de Estrategias de Inversión, Enrique Castellanos, director del Instituto BME y César Sánchez Grande, director de Análisis Institucional de Renta 4 Banco.
Castellanos destacó el buen comportamiento de la bolsa española este año, que se ha convertido en el segundo mercado que más ha subido a nivel mundial, acumulando varios años en positivo. Asimismo, subrayó que en la bolsa española hay “compañías muy buenas, todavía infravaloradas y con un potencial que no siempre se reconoce”.
En esa línea, Sánchez Grande añadió que el escenario actual cuenta con “mercados cotizando en niveles próximos a máximos históricos que cuentan con un contexto macroeconómico favorable.
Por su parte, Mira apuntó que nos encontramos en un momento “muy atractivo para el inversor”, tanto desde el punto de vista del análisis fundamental como por las oportunidades que aún ofrece el mercado.
Factores a tener en cuenta para invertir con criterio
Acerca de la información que necesita un inversor para tomar decisiones estratégicas, Mira aconsejó que es necesario “situarse a nivel macroeconómico”, saber cuáles son los tipos de interés, inflación, conocer el ciclo económico y el mercado laboral. Por su parte, a nivel microeconómico es necesario tener en cuenta la geografía de los ingresos de la compañía, los márgenes, la estructura financiera y el plan estratégico, factores clave para determinar los riesgos y las oportunidades.
En un contexto en el que la volatilidad ha vuelto a escena y los mercados parecen convivir con shocks geopolíticos constantes, Mira apuntó que, tras la pandemia, los inversores se han vuelto más dinámicos y selectivos en la interpretación de los datos, al tiempo que se observa una tendencia global hacia una mayor autosuficiencia económica y tecnológica.
La importancia de la educación financiera
Otro de los temas importantes que surgieron en el debate fue la relevancia de la formación y la educación financiera, así como su impacto en la confianza del inversor. En ese punto, Castellanos afirmó que “la formación financiera evita el miedo irracional en determinados momentos” y destacó que conocer los movimientos del mercado es clave para saber cuándo invertir. Asimismo, subrayó el valor que aporta la inversión y recordó que no estar invertido también tiene un coste, especialmente en un contexto de inflación.
“El gran riesgo hoy es no ser consciente de cómo la inflación erosiona el ahorro a largo plazo”, explicó. Además, señaló la existencia de un gran número de instrumentos financieros en los que se puede invertir, adaptados a cada perfil. Por ejemplo, para aquellos que no dispongan de un gran conocimiento financiero, recomendó optar por fondos de inversión.
El papel de BME
Castellanos puso en valor el rol que juega BME como facilitador. “Nosotros proveemos de precios, garantizamos la calidad y el tiempo de los precios y la información”. Tal y como detalló Castellanos “nuestro papel es que no haya asimetrías de información en el mercado y que todos los participantes del mercado puedan acceder sin barreras”
Además, explicó los esfuerzos recientes por facilitar la incorporación de compañías de menor tamaño a los mercados, a través de iniciativas como BME Growth y Scaleup, con procesos más ágiles y menos burocráticos. “Un mercado de capitales eficiente es clave para fortalecer el tejido empresarial y, en última instancia, para el crecimiento económico”, subrayó.
El analista como nexo entre empresa e inversor
Sánchez Grande defendió el papel del analista como intermediario entre las compañías y los inversores. “El analista es el primer filtro, el que estudia la empresa, el sector y, cada vez más, al equipo directivo”, afirmó, comparando su función con la de un seleccionador nacional que realiza la criba inicial en un universo de inversión prácticamente infinito.
Para el inversor minorista, las recomendaciones y análisis son una puerta de entrada fundamental al mercado; para el inversor institucional, una herramienta imprescindible para generar ideas que luego se profundizan internamente, expuso Sánchez Grande.
Transparencia, ESG y comunicación: lo que exige el inversor
Entre las nuevas demandas de los inversores, Sánchez Grande destacó el peso creciente de los criterios ESG, pero también puso el acento en la transparencia y la comunicación. Aunque reconoció que la relación entre empresas y mercado ha mejorado notablemente en los últimos años, subrayó la importancia de iniciativas que acerquen directamente a las compañías al inversor, como este tipo de eventos.
En el mismo sentido, tanto Castellanos como Mira coincidieron en que las empresas españolas han avanzado en disciplina financiera, reducción del apalancamiento y mejora en la remuneración al accionista, combinando dividendos sostenibles y programas de recompra de acciones.
Una mirada a 2026
Para el próximo ejercicio, los ponentes identificaron distintos factores clave a monitorizar. Para Sánchez Grande, el principal será la evolución de los beneficios empresariales, que deberán seguir respaldando las valoraciones en un entorno de políticas monetarias y fiscales previsiblemente expansivas.
Enrique Castellanos puso el foco en la regulación europea y su correcta transposición en España, convencido de que puede convertirse en un viento de cola para el mercado nacional. Por su parte, María Mira destacó la liquidez —monetaria, bancaria y financiera— como elemento esencial para que los proyectos de inversión sigan fluyendo y el mercado mantenga su dinamismo.