La mayoría de los miembros de la Reserva Federal secundan esta cuarta subida y el mercado le otorga una posibilidad cercana al 80%. Los datos macroeconómicos publicados recientemente refrendan este escenario. El crecimiento de la economía norteamericana se sitúa ligeramente por encima del 4% y el mercado laboral se encuentra en pleno empleo. “Con estos datos, es fácil pensar que la decisión está tomada. Esperaremos para saber si los datos adelantados que posee la Fed siguen en esta línea o si, por el contrario, se empieza a vislumbrar una ligera desaceleración”, apunta Juan Ramón Casanovas, responsable de gestión de carteras de Degroof Petercam España.

 

 

Los datos de inflación que se conocerán el viernes también ofrecerán algún indicio más de la senda de normalización monetaria emprendida por la Reserva Federal, que además de las subidas del coste del dinero también pasan por la reducción del balance que se sitúa en los 4,5 billones de dólares. Los inversores esperan que el banco central que comanda Jerome Powell también active la reducción del balance hasta los 50.000 millones de dólares mensuales, algo que puede tener efectos en el mercado de divisas y en los bonos del Tesoro. De hecho, el bono a diez años llega a la cita cerca de sus máximos anuales en el 3,1%, muy cerca de los 3,12% alcanzados en mayo.

Precisamente, la situación del mercado de renta fija de EEUU está alertando a muchos inversores del aplanamiento de la curva de tipos entre los bonos de períodos cortos y los más largos, un indicador adelantado de una posible recesión económica. El bono a dos años consigue una rentabilidad del 2,84%, mientras el cinco años está en el 2,98%. La Fed tiene el reto de que sus políticas acompañen la buena marcha de la economía de EEUU y que pongan coto a los desmanes de Donald Trump y su guerra comercial contra China. Este lunes precisamente entraron en vigor lo últimos aranceles estadounidenses por valor de 200.000 millones en productos chinos y los 60.000 millones que aplicó el gigante asiático a EEUU.

Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de Inversión, apunta que "con las referencias económicas actuales -crecimiento del PIB y del IPC superior al 2% con tasa de desempleo inferior al 4%-, los niveles de tipos actuales solo pueden calificarse de acomodaticios y lejos de su nivel de equilibrio o neutral".

El tono y el talante de Powell

Más allá de la subida de tipos, los inversores analizarán con lupa el comunicado de la Fed y las palabras que Powell pronuncie en la rueda de prensa posterior al comité (20:30 hora española). “El primer vistazo será conocer si la decisión se adoptará por unanimidad tal y como es de esperar, o si aparece algún voto en contra de esta decisión. Si existiese algún miembro con derecho a voto en contra de elevar los tipos de interés, este hecho sembraría las primeras sospechas sobre la firmeza mostrada por la Fed a la hora de seguir subiendo los tipos de forma gradual y fomentaría de nuevo el debate sobre si los miembros de la institución son completamente permeables a las declaraciones de Trump en las que pide a la Fed que mantenga el actual escenario de tipos bajos”, indica Aitor Méndez, analista de IG Markets.

 

 

En ese análisis de cada detalle del comunicado y la conferencia de Powell habrá que ver si la Fed sigue viendo el mercado laboral de EEUU “fuerte” y si la inflación subyacente se mueve en el en torno del 2%, niveles fijados por el banco central estadounidense y el BCE como clave en sus políticas de normalización.

2019 genera más dudas

Pese a que el consenso ve el escenario de la Fed claro en lo que resta de año, en 2019 hay más dudas. “La agenda parece menos clara en 2019 dado el impacto económico incierto del conflicto en el comercio, pero vemos potencial para dos o tres subidas de tasas. Las proyecciones de la Fed, que se extenderán hasta el 2021 esta semana, pueden proporcionar algunas pistas, además de la medida de inflación preferida de la Fed, el IPC que se publicará el viernes”, explica Richard Turnill, director mundial de estrategia de Inversión en BlackRock en su comentario semanal.

El denominado gráfico de puntos, el diagrama en el que todos los miembros de la Fed indican de forma anónima en qué niveles ven los tipos al final del año, muestra que hay ocho dirigentes de la institución que apuestan por tres alzas en 2019 hasta el 3%. En la reunión de mañana se verá si el gráfico de puntos muestra si la mayoría de miembros de la Fed se inclina por cuatro alzas en el rango del 3,25% o mantienen la postura que han tenido hasta ahora. Esta revisión tendría efectos en el mercado de divisas, con apreciaciones del dólar, como el anuncio de un nuevo alza del coste del dinero y también la capacidad de mover otros mercados como Wall Street o la renta fija.