En un mundo donde la inversión está cambiando —con la entrada masiva de ETFs, el auge de los productos alternativos y las megatendencias—, ¿cómo está afectando este nuevo entorno a una casa tradicional como Pictet AM, que además ha sido pionera en la inversión temática?

En Pictet AM tenemos la suerte de llevar más de 30 años siendo pioneros en inversión temática y en megatendencias. Eso nos ha permitido nutrirnos de innovación constante y aprender de manera progresiva. Este aprendizaje ha sido clave para adaptar nuestras decisiones de inversión no solo desde el punto de vista macroeconómico o fundamental, sino también incorporando gestión cuantitativa, control de riesgos y, más recientemente, inteligencia artificial.

Durante más de una década hemos trabajado con equipos especializados en machine learning y deep learning, superando los errores típicos de los modelos autorreferenciales. Así, la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta estructural, no en una moda. Nos permite identificar nuevas fuentes de ineficiencia y ser competitivos frente a la gestión pasiva, generando rentabilidad sin depender de las betas tradicionales.

Has mencionado la inteligencia artificial. ¿Cómo la estáis aplicando concretamente en la selección de activos?

Más que seleccionar activos, la inteligencia artificial nos permite aumentar la eficiencia en esa selección. Su función es eliminar sesgos y quedarnos con lo realmente idiosincrático de cada compañía. Es como limpiar un filete: quitarle la grasa y quedarte solo con el solomillo.

De esa manera, podemos comparar riesgos específicos —no factoriales— entre empresas del mismo sector y entender cuál tiene más fundamento.

La inteligencia artificial no predice si la renta variable subirá o bajará, ni sustituye la visión macro. Pero sí mejora la comparación entre activos, reduce sesgos y optimiza decisiones relativas. No te dice qué barco ganará la carrera, pero sí cuál navega mejor cuando el mar está en calma.

Desde vuestra perspectiva, ¿cuáles son los principales riesgos que detectáis ahora mismo en el mercado?

El foco actual está en monitorizar los efectos de la política arancelaria. Estas decisiones tienen implicaciones sobre el empleo y la inflación, y hay que analizar sus consecuencias con cautela. No creemos que sea un riesgo disruptivo, pero sí puede acelerar los ciclos económicos y obligarnos a adoptar una postura más conservadora.

Pictet AM fue pionera en las megatendencias. ¿Cuáles son las próximas que veis con más potencial?

La inteligencia artificial es transversal, y su impacto en otras áreas es enorme. En biotecnología, por ejemplo, está acelerando la investigación contra enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson, y permitiendo diagnósticos personalizados gracias al análisis de los 20.000 genes humanos.

También vemos un fuerte vínculo entre inteligencia artificial y transición energética: los centros de datos del futuro consumirá tanta energía como una región entera, lo que abre nuevas oportunidades de inversión en eficiencia y energías limpias.

Otras megatendencias clave son la demografía —viviremos más y trabajaremos más años—, la biotecnología, el consumo premium y la salud.

Tú gestionas las relaciones con España, Portugal y Latinoamérica. ¿Existen diferencias entre los inversores de estas regiones?

Sí, principalmente por los tipos de interés libres de riesgo. En Europa estamos en el 2-3%, mientras que en Brasil superan el 15% y en México rondan el 7-10%.

Eso hace que el inversor latinoamericano busque diversificación global —más renta variable internacional—, mientras que el europeo es más conservador.

Aun así, todos son cada vez más sofisticados. Hoy, un gestor español o portugués no tiene nada que envidiar a sus homólogos en Londres o Nueva York. La diversificación, el control del riesgo y el retorno ajustado al riesgo son ya conceptos muy interiorizados.

¿Qué diferencia a Pictet AM de otras gestoras?

Nuestra vocación de servicio, el compromiso con la innovación y la sostenibilidad, y una visión de largo plazo.

Pictet nació en 1805 y su estructura de socios imprime una filosofía diferente: menos prisa, más excelencia. Estamos verdaderamente alineados con el cliente, sin la presión cortoplacista que pueden tener otras entidades.