El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los datos definitivos del Índice de Precios de Consumo (IPC) correspondientes al mes de agosto, donde se destaca que la tasa interanual se ha mantenido en el 2,7%. Este resultado se debe en gran medida al comportamiento de los precios de los alimentos y la electricidad, que han compensado la variación en los precios de los carburantes.
El comportamiento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas ha sido clave en la estabilización de la inflación general. En este sentido, el IPC de estos productos se situó en el 2,3%, mostrando una disminución de cuatro décimas con respecto al mes anterior, principalmente debido a la bajada en el precio de la fruta.
Por otro lado, la electricidad ha mantenido su estabilidad en agosto, lo que ha contrarrestado el impacto al alza de los precios de los carburantes en la inflación general. El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha destacado que esta situación, junto con el incremento de los salarios, está contribuyendo a que las familias recuperen progresivamente su poder adquisitivo.
Impacto en la inflación subyacente
La inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, ha experimentado un aumento de una décima en agosto, situándose en el 2,4%, tres décimas por debajo del índice general. Por su parte, la tasa interanual de la inflación a impuestos constantes se ha ubicado en el 2,2%, reflejando una disminución de cinco décimas con respecto a la tasa general.
Perspectivas a futuro
El Ministerio de Economía ha resaltado que la estabilidad de la inflación y el incremento de los salarios son factores que están permitiendo a las familias mejorar su capacidad adquisitiva de manera gradual. Estos datos muestran una tendencia de convergencia hacia el objetivo de inflación del Banco Central Europeo.
En cuanto al Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), se ha mantenido en el 2,7% en agosto, igualando la cifra del mes anterior. La variación mensual de este índice fue del 0,0%, lo que indica una estabilidad en los precios a nivel europeo.