La mayoría del mercado descuenta ya claramente que, por segunda sesión consecutiva, este jueves, que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo no implementará cambios en sus tipos de interés. El de referencia, el de depósito, seguiría por tanto en el 2% tras el encuentro que se celebrará en Frankfurt desde este miércoles y que durante dos días, debatirá la situación económica del precio del dinero en la eurozona. 

Y es que, además de la situación actual, hay dos factores 'nuevos' a tener en cuenta, para que que el BCE, al frente del que se sitúa su presidenta, Christine Lagarde, no se plantee cambios. El primero, y más inmediato es Francia y su crisis de gobierno, la cuarta, no lo olvidemos en un año. Un tensionamiento que ya ha tenido un repercusión en los mercados de deuda, y por ende en la renta variable y que dejará sin movimientos al BCE. 

De forma que, los costes de endeudamiento largo plazo en Francia marcaron su nivel más alto desde 2011, con un nuevo impacto de la crisis de deuda. 

De fondo la austeridad de un presupuesto para recortar deuda que consideran necesario, pero que tanto la ciudadanía, como la mayoría de la Asamblea Francesa no apoya. Algo que, en declaraciones radiofónicas, hacía referencia Lagarde en los últimos días indicando que "los acontecimientos políticos y la aparición de riesgos políticos tienen un impacto evidente en la economía y en la evaluación del riesgo país por parte de los mercados financieros, por lo que nos preocupan".

De hecho, el BCE no se quiere ver obligado a intervenir con la compra de deuda, para evitar el efecto dominó habitual con el efecto en las economías del sur, como España, Italia y también Portugal y Grecia. Hablamos de la entrada en juego del TPI, el denominado Instrumento para la Protección de la Transmisión, para potencialmente, reequilibrar la situación. 

El segundo para por el repunte de la inflación. Aunque no hablamos de una subida elevada, la semana pasada conocíamos que en agosto los precios de consumo se incrementaron al 2,1%, mientras se colocaba por encima de las expectativas de los expertos que no esperaban cambios el aumento de los precios de los alimentos frescos, junto con una desaceleración en la caída de los precios de la energía han contribuido a ello. 

Eso sí, estabilidad en el 2,3% para la subyacente, aunque los analistas esperaban un recorte de una décima en los precios de agosto. 

De ahí que todo el mundo comience a considerar el 2% como el nivel de tipos de neutral, tras las ocho rebajas del precio del dinero acometidas desde el pasado año, solo paralizadas tras la pausa del mes de julio. 

Pero en el ambiente nos encontramos con las previsiones: el mismo BCE espera correcciones para 2026, con niveles por debajo del 2%, hasta el 1,6% para volver a repuntar en 2027, por lo que el debate entre los expertos, está servido. 

Y a todo esto hay un factor añadido: todavía la Fed no ha movido hasta ahora sus niveles de tipos, a pesar de marcar una hoja de ruta de dos recortes en este 2025. La mayoría del mercado espera un recorte en este mes de septiembre, en la reunión del FOMC, el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal de EE.UU que se celebra dentro de una semana. 

Más allá de septiembre, Annalisa Piazza, analista de investigación de renta fija de MFS Investment Management, destaca que "sospechamos que la dependencia en los datos seguirá siendo el factor clave para las decisiones de política monetaria, con la pequeña salvedad de que los tipos de interés oficiales son ahora más “neutros” que antes, lo que hace que las trabas para nuevas rebajas sean relativamente altas". 

Aunque añade que "seguimos viendo algunos indicios de que se produzca otro recorte en diciembre. Aunque el crecimiento del PIB pueda superar ligeramente los niveles potenciales, el Consejo de Gobierno del BCE podría plantearse otro recorte de tipos si la inflación avanza hacia su objetivo, el crecimiento salarial se estabiliza y persisten los riesgos a la baja a medio plazo". 

No lo ven así desde Ibercaja Gestión. Para la gestora de la firma y jefa de Renta Fija, Cristina Gavín, "damos por hecho que la pausa en el proceso de bajada de tipos que vimos en julio no solo va a continuar en la reunión de septiembre sino que se va a prolongar de cara a fin de año".

El analista de mercado, Manuel Pinto, destaca que en las previsiones trimestrales solo espera pequeñas revisiones aunque "aun así, los inversores buscarán pistas sobre las perspectivas de los tipos de interés para los próximos meses, especialmente dados los riesgos para la economía derivados de los elevados aranceles comerciales de Estados Unidos".