La principal conclusión, sin embargo, es que de los seis años en los que en enero el índice español ha cerrado en negativo, sólo uno terminó con signo positivo en febrero. Es decir, que el factor estacional de la bolsas muestra que los meses de enero con el Ibex en negativo son sinónimo de correcciones también en febrero. No así cuando el selectivo español cerró en positivo, puesto que de cinco ocasiones en que los inversores celebraron el primer mes del año con ganancias, tres años siguió la misma tónica pero en 2013 y 2018 no cumplió con el mismo patrón.

 

 

Desde ING explican que la estacionalidad de las bolsas ofrecen información sobre el comportamiento histórico de la bolsa, pero “no son una garantía de eventos futuros”. “Para aprovecharlas sólo es necesario tomar esa información y operar en consecuencia. Es decir, concentrar la inversión entre octubre y abril o estar atento al comportamiento de la bolsa al final de año, teniendo también en cuenta otros factores que influyen en la bolsa como la evolución de los tipos de interés o de las divisas”, apuntan. Entre los ciclos alcistas que suelen repetirse apuntan al famoso ‘rally’ de Navidad, a la estacionalidad de la bolsa antes del verano, a los finales de trimestre y a los primeros días de mes.

Desde 2008 a 2018 los cierres del primer trimestre han sido algo mejor, en marzo siete de los once años terminaron con rentabilidades positivas. En balance, la rentabilidad media de marzo en este período es del 1%, sólo superada por los retornos de abril del 1,89% y de julio que fueron del 2,46%. El mes de abril, además, sólo cuatro meses terminaron en negativo en bolsa, lo que le deja como el mejor en este apartado frente a los ‘rojos’ que se ven en otros meses del año.

Pese a la creencia general de que las bolsas suben más en el mes de diciembre por el conocido ‘rally’ de Navidad, el Ibex 35 en diciembre acumula un retorno medio en estos once años del 0,39%. Entre 2008 y 2013 esto se cumplió puesto que cerró todos últimos meses del año con alzas, sin embargo se dejó un 4,56% en diciembre de 2014, un 8,11% en 2015, un 1,64% en 2017 y un 5,92% en diciembre del año que acaba de terminar.

 

 

Por años, el mejor fue 2009 con una rentabilidad acumulada del 29,84%, seguido de 2013 con un 21,42% y 2017 con un 7,4%. El peor año de la serie fue 2008 con un descenso del 39,43%, lejos del 17,43% que se dejó en 2010 y 14,97% de 2018.

Un factor que se repite en el Dax 30 y el Cac 40

En el Dax 30 alemán y en el Cac 40 francés también se repite el mismo patrón que en el Ibex 35, los meses de enero con correcciones suelen conllevar caídas también en febrero. En el Dax se cumple cuatro de las cinco veces que el índice terminó en negativo desde 2008 a 2018 y en el Cac 40 la estadística baja a cuatro de seis veces.