La madrugada de este jueves, 14 de agosto, quedará marcada en el calendario cripto: Bitcoin superó los 124.000 dólares (106.162 euros) y alcanzó un nuevo máximo histórico, impulsado por un dato de inflación en Estados Unidos mejor de lo esperado y la expectativa de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés. En concreto, y según datos de Bloomberg, la criptomoneda tocó los 124.515 dólares, pulverizando el récord anterior de 123.205, en una clara señal de que los mercados han encajado el mensaje de un futuro con dinero más barato.
Del experimento digital al top 5 global
En lo que va de 2025, Bitcoin se ha revalorizado un 32%, apoyado en una serie de victorias regulatorias sin precedentes en Estados Unidos. La aprobación de normas para las stablecoins, la revisión del marco legal por parte de la SEC y, más recientemente, una orden ejecutiva que permite incluir criptoactivos en planes de jubilación 401(k), han cambiado el tablero. Fondos como BlackRock, Fidelity y Grayscale ya registran entradas récord en sus ETF de Bitcoin, y el apetito institucional crece sin disimulo.
Con todo ello, ayer jueves Bitcoin hizo historia en valor de mercado y superó a Alphabet —matriz de Google—, con 2,459 billones de dólares en capitalización de mercado, colándose en el top 5 de los activos más valiosos del planeta, según datos de Market Cap. No es solo una cifra: es una declaración de intenciones. El activo digital que hace apenas una década era visto como un experimento, hoy compite de tú a tú con gigantes corporativos y recursos naturales estratégicos.
Este tipo de hitos no pasan desapercibidos para las grandes ligas financieras. Hedge funds, bancos y corporaciones empiezan a tratarlo como un activo estratégico, y las tesorerías corporativas que acumulan Bitcoin se multiplican. La historia recuerda a 2021, cuando Bitcoin superó por primera vez el billón de dólares y Tesla o MicroStrategy lanzaron compras millonarias. Ahora, con una valoración que ronda los 2,4 billones, el déjà vu es inevitable, aunque esta vez la fiesta podría ser mayor si incluso fondos soberanos deciden participar.
Pero el cambio no solo es de precio, sino de naturaleza. Bitcoin muestra menos volatilidad extrema y una estructura de mercado más sólida, como si hubiera aprendido a “respirar” y aguantar mejor los vaivenes del mercado. Con ello, ahora los hodlers de siempre conviven con nuevos perfiles de inversores que buscan estabilidad a largo plazo.
Previsiones de más subidas
En este punto, la pregunta es... ¿y ahora qué? Son muchos los analistas que apuestan por la entrada de "más gasolina en el tanque". Tony Sycamore, de IG, cree que una ruptura sostenida sobre los 125.000 dólares podría llevar el precio hasta los 150.000.
José Luis Cava, por su parte, destaca que la entrada de instituciones como el fondo de la Universidad de Harvard —con 116 millones de dólares invertidos en un ETF de Bitcoin— legitima al activo como depósito de valor. Si a eso se suma que su capitalización equivale apenas al 11% de la oferta monetaria M2 de Estados Unidos, frente al 22% del oro, el margen de crecimiento sigue siendo amplio.
Por su parte, ayer el analista Manuel Pinto señalaba en una entrevista con Ei que, más allá de las alzas acumuladas, vendrán más. Por ello, "se recomienda la incorporación de Bitcoin en cartera para quienes no lo tengan, dado que, a pesar de los máximos recientes, la expectativa sigue siendo alcista". Entre los factores de apoyo, Pinto hacía alusión a "los datos de inflación y expectativas de recorte de tipos por parte de la Fed, la debilidad del dólar y de las monedas fiduciarias, la alta emisión de deuda pública en EEUU, un marco regulatorio más favorable, y la creciente adopción de ETFs de criptomonedas".
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