Un “concurso” con el que Anatel, la agencia nacional de las telecomunicaciones brasileña, prevé captar unos 940 millones de euros (2.910 millones de reales brasileños) por cada uno de los tres bloques de frecuencias que se subastarán el día 30 de septiembre.
Destacan los analistas de Ahorro Corporación Financiera (ACF), “la ausencia de Oi, que sin duda cuenta en la actualidad con severas restricciones financieras”, pues tiene 14.800 millones de euros de deuda financiera neta (según sus estimaciones).
“De esta manera, el hecho de que concurran tres grupos frente a los cuatro previstos inicialmente podría producir una moderación de los precios contemplados por el regulador”, afirman estos analistas.
Por otra parte, reconoce la firma, “en un mercado brasileño en el que la consolidación podría ser un hecho en un plazo no muy lejano pasando de cuatro grandes compañías nacionales a tres, dudamos que el conjunto de grupos añada presión a los precios de la subasta. De hecho, contemplamos cifras inferiores para las adjudicaciones de la misma”.