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Un resultado negativo anunciaría una nueva fase de incertidumbre política extremadamente alta, con una notable ausencia de los principales líderes de centro y un riesgo creciente de los movimientos populistas
Por ahora, la rentabilidad del bono italiano a 10 años ha escalado en las últimas semanas hasta el 1,178% este miércoles, mientras que el español se mueve en el 1,67%, tras muchos movimientos en una y otra dirección en renta fija con el Brexit. No obstante, fue justo después de las elecciones generales en España del pasado 26 de junio cuando por primera vez en casi un año el rendimiento de los títulos italianos se situaron por encima del de los españoles. Con el bund alemán a 10 años en negativo, las primas de riesgo están en 144 y 136 puntos respectivamente.
EL MERCADO CUESTIONA A LOS BANCOS
La consulta de Renzi no es el único desafío para los mercados en Italia. Las dudas sobre la solvencia del sector financiero local han regresado en medio de las turbulencias que provoca el Brexit en el mercado y la incertidumbre que arroja sobre el futuro de la Unión Europea. Este mismo martes, las acciones de Monte dei Paschi di Siena, el tercer banco del país por volumen de activos y el más antiguo del mundo, se hundieron un 19,39% y marcaron nuevos mínimos históricos.
En abril Italia aprobó la creación de un banco malo con más de 4.000 millones para reestructurar al propio sistema financiero. El regulador local dio el visto bueno, pero el fondo Atlante está financiado con aportes de los bancos. "La idea era capitalizar los bancos y facilitar la venta de los activos tóxicos (carteras de préstamos impagados o de dudoso cobro) que estos tenían en balance. A diferencia de España, donde los problemas del sistema bancario fueron una herencia de la burbuja inmobiliario, en Italia los bancos han venido acumulando impagos procedentes de préstamos empresariales", señala Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.
"El escaso éxito de esta medida ha sido la falta de interés por parte de los inversores y la gran diferencia entre el precio al que estos estaban dispuestos a comprarlos, y el precio que pedían los bancos. En caso de venderlos a ese precio de mercado, la mayoría de entidades no dispondrían del capital suficiente para hacer frente a las pérdidas contables que estas ventas aflorarían", agrega el experto.
López-Gálvez señala que esta práctica no está bien vista por la Unión Europea, y ya que prefiere un "bail in", es decir, que "sean los actuales accionistas y bonistas de los bancos los que paguen los platos rotos". "En el caso de Italia una inyección de dinero público sería muy mal vista, ya que es uno de los países más endeudados del mundo al tener una deuda sobre PIB de nada menos que el 132%, añade. En cuanto a Monte dei Paschi di Siena, agrega que "es uno de los mayores bancos de Italia ye que tiene, de largo, un mayor montante de activos tóxicos en balance", a lo que hay que añadir un contexto poco favorable en general con el euríbor en mínimos históricos.
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