Ese mismo día, el grupo que tiene intereses en la industria petrolera y del gas, la salud o el comercio minorista adquirió un 7% adicional de DIA a través de un acuerdo colaterizado para la compra aplazo de 43,6 millones de acciones ordinarias, valorado en 226,2 millones.

DIA cotizaba en el sofocante verano de 2017 a un precio de 5,7 euros por acción frente a los 0,85 euros actuales. Teniendo en cuenta estos precios Letterone pierde desde entonces cerca de un 88% de su inversión inicial, lo que supone en valor absoluto unas pérdidas de 85,7 millones de euros.

La cadena de supermercados vive sumida una crisis de negocio galopante después de haber presentado unos resultados en el primer semestre del año marcados por un descenso de los beneficios del 88,8% hasta los 6 millones de euros, lanzó un ‘profit warning’ que estima una caída de su ebitda en el 40% y cancela su dividendo para 2019 y la agencia de calificación Moody’s rebajó el jueves su deuda al nivel de ‘bono basura’.

Este lunes se conoció que la compañía ha rebajado su beneficio neto correspondiente de 2017 de 110 millones a 90 millones tras aflorar descuentos excesivos y facturas pendientes en el negocio español. La cadena de supermercados explica que esta reducción de 20 millones corresponde a “sobreestimaciones realizadas al cierre de dicho periodo en los descuentos comerciales a percibir de proveedores".

Además es la compañía con el mayor número de fondos bajistas en su accionariado desde febrero de 2016. El último dato actualizado de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) apunta que las posiciones cortas abiertas en DIA son del 17,65%, la mitad de estas acciones han sido cedidas por dos de los grandes accionistas de la compañía, Goldman Sachs y el fondo soberano noruego Norges Bank.

La compañía ha cambiado su cúpula directiva con la salida de Ricardo Currás como consejero delegado y la entrada de Antonio Coto, mientras que los hombres de Letterone han ido tomando posiciones significativas en el consejo de administración como la presidencia provisional que recae en manos de Stephan DuCharme, que es al mismo tiempo vicepresidente del consejo y máximo responsable de las líneas estratégicas del grupo. Letterone también tiene en el consejo a Karl-Hainz Holland, ex consejero delegado de Lidl, y Sergio Ferreira.

Entre los altos cargos también ha habido movimientos significativos en los últimos días, con la suspensión de empleo y sueldo del hasta ahora director financiero Amando Sánchez Falcón, mientras que se unifica el área comercial y de operaciones bajo la batuta de Faustino Domínguez, nuevo director ejecutivo de Dia España.

El mercado especula con una OPA para 2019

Tras la operación de julio de 2017, Letterone volvió a la carga en DIA el pasado 19 de enero al tomar una participación en la compañía del 12%, por lo que alcanzó un 15% del capital de la cadena de supermercados, en una operación valorada en ese momento en 411 millones. En esta operación las minusvalías son del 85%, por lo que ahora este paquete de acciones tiene un valor bursátil de 61,6 millones. En total, las caídas que acumula Letterone en DIA son de 435 millones de euros.

La operación de enero se completó con una cancelación del acuerdo colateralizado firmado en julio y llegó a un nuevo acuerdo para la compra a plazo de 62,2 millones de acciones adicionales, lo que supone una participación adicional del 10%, valorada en 274 millones.

El máximo accionista de DIA elevó su apuesta por la compañía hasta el 29% de las acciones el pasado 28 de septiembre, al elevar su participación desde el 25%. En concreto, Letterone tiene un 14% de las acciones a través de instrumentos financieros derivados y otro 15% en acciones ordinarias, lo que equivale a 93,37 millones títulos valorados en 158,9 millones de euros.

 

 

El segundo mayor accionista de DIA es Goldman Sachs con el 16,12% del capital de la cadena de supermercados, la gestora escocesa Baillie Gifford tiene un 4,9%, Société Générale tiene un 4,88% y Norges Bank un 3,8%.

La ley del Mercado de Valores obliga a los inversores a que en el que el caso de superar una participación del 30% en una compañía cotizada este debe lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA), por lo que no resulta descabellado pensar que el objetivo final de Mikhail Fridman sea lanzar una operación para llevarse a DIA a ‘precio de derribo’ tras su mal año en bolsa. DIA acumula una caída acumulado en 2018 del 78%.

“Lo que ha ocurrido con DIA es de una falta de ética importante, asumiendo que no sea incluso ilegal. Tirar el precio del valor antes de una junta de accionistas, hablando de un ‘profit warning’, dando unos malos datos de la compañía para tirar el precio y que la OPA sea más barata… Si estuviera pillado en DIA lo que haría es venderlo todo”, asegura el analista Rafael Ojeda, en una entrevista a este medio.

La posibilidad de que Fridman, a través de su brazo inversor Letterone, lance la OPA antes de enero es algo precipitada, ya que el inversor ruso no puede lanzar una OPA por un valor inferior a una compra efectuada en esa misma empresa en los doce meses anteriores, por lo que si quisiera lanzarla antes de enero, cuando se comunicó el incremento de participación del 15% de la empresa, lo tendría que hacer a más del doble de los niveles actuales.

“En todo caso es presumible que una hipotética operación corporativa tendría que tener cierto atractivo, teniendo en cuenta el relativamente bajo capital flotante con el que cuenta”, explica Eduardo Faus, responsable del departamento de análisis técnico de Renta 4.

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