La primera compañía española que ha presentado resultados ha sido Iberdrola, que ha obtenido un beneficio neto de 1.531,3 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone una caída del 18,4 % con respecto al año anterior, como consecuencia del incremento del Impuesto sobre Sociedades en el Reino Unido para 2023 y otros impactos no recurrentes como las plusvalías de casi 500 millones de euros que se anotó el año pasado por la venta de su participación en Siemens Gamesa.

El impacto que ha tenido este incremento de la fiscalizad en Reino Unido desde el 19% al 25% y que afecta en el ejercicio actual a los impuestos diferidos, asciende a 461 millones de euros, aunque no es recurrente y no representa salida de caja.

Asimismo, si no se tuviese en cuenta este impacto, el beneficio neto ajustado sería un 8,4% más hasta alcanzar los 1.844,4 millones de euros, según declara Iberdrola.

A pesar de estas cifras, el grupo de Ignacio Sánchez Galán sigue confiando en sus perspectivas de 2021 y mantiene las expectativas iniciales que aseguraban un beneficio de entre los 3.700 y los 3.800 millones de euros y de un dividendo con cargo al ejercicio de unos 0,44 euros brutos por acción para 2022.

Sin embargo y pese a la pérdida de ese beneficio, Iberdrola ha crecido durante la primera mitad de año en cuanto a las ventas totales, que alcanzaron los 18.752 millones de euros en este primer semestre de 2021, un 13,9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Por otro lado, el EBITDA de Iberdrola creció un 10,2% más que en el 2020, hasta los 5.443,6 millones de euros, de los que el 85% corresponde a los negocios de redes y renovables y un 80% se genera en países con rating “A”. Redes crece un 10,6%, gracias al incremento de inversión. Renovables aumenta un 63%, impulsado por una mayor capacidad instalada y más producción. El Ebitda de generación y clientes cae un 40% por los altos precios registrados en el mercado eléctrico español, el impacto del COVID y los efectos de la tormenta Filomena (España) y la ola de frío en Texas (Estados Unidos)

Desde el lado de la inversión, Iberdrola ha aumentado sus inversiones en un 37% respecto al mismo periodo de 2020, hasta alcanzar una cifra récord de 4.909 millones de euros. Estas inversiones contribuyeron a consolidar su expansión en mercados como Europa, América y Asia Pacífico. Más de un 90% se destinó a las actividades de renovables (un 45%) y redes inteligentes (un 46%). Por mercados, la mitad se realizó en Estados Unidos (27,1%) y España (25,4%). Las destinadas al área Internacional ganan peso y representan un 17,2%, mientas que Brasil recibió un 14,5% y el Reino Unido, un 12%.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha afirmado que “estos resultados son el fruto de un esfuerzo inversor sin precedentes. En un período de gran complejidad, hemos acelerado las inversiones en redes, renovables y almacenamiento, promoviendo la actividad económica y ayudando a crear empleo de calidad en todo el mundo”.

Por otro lado, la compañía ha aumentado su cash flow o flujo de caja operativo un 8%, hasta los 4.246 millones de euros. Asimismo, reforzó sus ratios financieras, tras reducir su deuda neta ajustada en más de 500 millones, e incrementar la liquidez a cierre de junio hasta los 17.600 millones de euros, que cubren 21 meses de necesidades financiación.