Iñaki Arrola comenzó a invertir de forma personal mientras seguía al frente de su empresa, hasta que decidió dejar su gestión diaria al creer que no era la persona adecuada para una fase de paso a una empresa más grande. “Tomé la decisión de dejar el día a día de mi empresa porque yo creía que no era la persona correcta para una fase de más crecimiento”.

Fundó entonces Kfund, su propia gestora, desde donde ha invertido en fases iniciales, incluso cuando los proyectos no contaban con estructura. “Nosotros pusimos dinero, por ejemplo, a Urbanitae, sin tener la licencia CNMV”, explica, resaltando su predisposición a asumir riesgos. Reconoce que como gestor ha aprendido a asumir que muchas inversiones se pierden: “El primer fondo de 28 compañías, 10 se murieron y se murieron con mucha paz”. Kfund ha levantado ya siete fondos, con un total de cerca de 1.000 millones de euros gestionados, incluyendo tres estrategias de equity que suman 190 millones. Además, invierten en fondos de venture capital americano y en estrategias de deuda respaldadas por activos.

El mercado ha cambiado notablemente desde que comenzó. “Cuando vosotros empezasteis yo creo que no había más de 20, 25 VCs en el mercado. Hoy hay casi 200”, apunta Rodolfo. Arrola ve esto como algo positivo: “Ha habido una explosión grande de fondos, y yo lo veo como una cosa buena. Cuanto más haya, mejor”.

Kfund decide si ir solo o acompañado en las rondas según convenga a la compañía. “Lo que sea mejor para la empresa... siempre le decimos al emprendedor, ¿tú qué crees que es mejor para la empresa?”. Sus fondos hacen inversiones que van desde tickets de 350.000 euros en fases muy iniciales, hasta fondos de 250 millones en empresas más desarrolladas, con participaciones mayores.

Sobre la pandemia, señala que afectó de forma desigual a sus participadas. Algunas crecieron mucho, mientras otras sufrieron. Aunque algunas valoraciones se inflaron artificialmente, considera que en general fue una burbuja poco beneficiosa para los fondos. “Infló las valoraciones, a algunas compañías les metió dinero que no necesitaban”.

También valora positivamente el auge de los search funds, en los que participa a título individual. Aunque Kfund no gestiona ninguno, no descartan hacerlo en el futuro. “Como activo me parece desde hace muchos años fantástico”.

Sobre el proceso de análisis, destaca la horizontalidad: “En Kfund no hay arriba o abajo”. Da valor a la opinión de los más jóvenes por su visión fresca: “Desde su perspectiva de gente más joven, pueden decirnos si esto va a funcionar… y tú eres un abuelo”. Aunque las decisiones se toman colectivamente, cada fondo tiene líderes específicos.

Actualmente, Kfund cuenta con 24 personas, con seis en back office y 18 en front office divididos por estrategias. Arrola subraya que todos colaboran entre fondos y tienen incentivos cruzados. “Todos estamos en todo, siendo verdad que cada uno lidera unos”.

De cara al futuro, quieren seguir creciendo con nuevas estrategias, pero manteniendo un enfoque selectivo. “No creemos en cualquier estrategia”. También defiende la importancia de la rentabilidad por encima del tamaño: “Somos conscientes de lo difícil que es rentabilizar un fondo y no creemos en las comisiones de gestión”.